El piloto argentino completó un excelente trabajo en el ‘Rookie Test”. Sin embargo, la lluvia obligó a aplazar la prueba que definirá su autorización para correr en óvalos.
Tras el positivo y destacado debut en IndyCar, más el ensayo de las últimas horas en Barber con el auto del Juncos Hollinger Racing, Agustín Canapino tenía por delante otro gran desafío, el de llevar a cabo un test en óvalo.
Y fue el día con los “Rookie Test” en Texas, donde los novatos debían pasar la prueba para recibir la autorización a correr en estos particulares escenarios. “Será mi primera vez en un óvalo y nada menos que en un Superspeedway, con velocidades por encima de los 370km/h y fuerza G extrema. Como todo lo que vengo viviendo, no será fácil, pero allá vamos”, había señalado el arrecifeño en sus redes sociales antes de probar.
Además detalló el trabajo llevado a cabo recientemente en la pista de Barber: “89 vueltas en la pista más dura del calendario por la fuerza G con subidas y bajadas a bordo del IndyCar. Fue durísimo físicamente y lo sufrí, pero se terminó el día con mucho aprendizaje y pruebas para el desarrollo del equipo”.
La próxima fecha, segunda del calendario, será en Texas el fin de semana del 1 y 2 de abril, justamente la pista donde ensayó el representante argentino en IndyCar.
En total, el de Arrecifes completó 86 giros, a pesar de que la lluvia por momentos le jugó una mala pasada a los rookies. Una alerta de tornado obligó a terminar la prueba antes de tiempo, por lo que este viernes Canapino y el resto de los debutantes finalizarán la prueba en busca de la aprobación de IndyCar para correr.
Fuente: Campeones