En el marco del Día Mundial de esta patología que en nuestro país provoca seis mil muertes cada año, las y los especialistas advierten la necesidad de instalar la temática de estos tumores en esta población, y llaman a realizar controles periódicos de sangre.
De la Redacción de EL NORTE
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Mientras avanzan los estudios científicos para determinar si el tratamiento de hormonización en personas trans aumenta la probabilidad de tener cáncer de mama, las y los especialistas recomiendan en la actualidad utilizar estrógenos naturales, realizar controles periódicos de sangre y otros exámenes de rutina y advierten sobre la necesidad de instalar la temática de estos tumores en esta población, en el marco del Día Mundial de esta patología, que se conmemora hoy y que en Argentina provoca 6000 muertes cada año.
“Hay suposiciones de que puede haber un impacto de los tratamientos con hormonas en el aumento de la prevalencia de cáncer de mama, pero la realidad es que no tenemos estudios de larga evolución con grandes cantidades de pacientes que sería lo necesario para poder ser concluyentes en uno u otro sentido”, señaló a la agencia Télam Francisco Terrier, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM).
Según datos del Instituto Nacional del Cáncer, en las mujeres cisgénero (es decir, aquellas cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer) el cáncer de mama es el de mayor incidencia, con 22.024 casos anuales, lo que representa el 32,1% de todos los tumores malignos en esta población, con una tasa ajustada por edad de 73,1 casos por cada 100.000 mujeres; en los varones cis, en cambio, la prevalencia es tan baja que ni siquiera se encuentra la estadística.
En este escenario, la población trans presenta características particulares en la que la combinación entre su componente biológico de origen, sumado a las intervenciones quirúrgicas que puedan realizarse o los tratamientos con hormonas, arrojan realidades diferenciadas respecto al riesgo.
PRIMERA VEZ EN EL CONGRESO DE MASTOLOGÍA
“Es una temática en la que falta información y formación; en ese contexto, este año fue la primera vez que hablamos sobre cáncer de mama y poblaciones trans en el Congreso Argentino e Internacional de Mastología que se hizo a fines de agosto porque nos parece muy necesario hablar sobre las diferentes aristas del tema”, sostuvo Terrier.
Según un relevamiento realizado por el entonces Ministerio de Salud y Desarrollo Social en 2019, sobre 509 personas trans entrevistadas, el 68% realizaba o había realizado tratamiento hormonal de adecuación de género (THAG); en las masculinidades trans el porcentaje ascendía a 80%, y en las femineidades trans se mantenía cerca del promedio en 67%.
Por su parte, el mastólogo Diego Valenzuela del Hospital Italiano de La Plata, quien coordinó la conferencia sobre la temática en el Congreso, explicó que “a los 6 meses del inicio del tratamiento hormonal se empiezan a percibir los cambios; la duración está vinculada a la edad en que se decide comenzar para reafirmar la identidad sexual autopercibida: puede variar desde la adolescencia hasta la edad adulta”. Y continuó: “Si bien el uso de estrógenos (hormonas femeninas) en las mujeres aumenta el riesgo de cáncer de mama, no se comprobó una mayor incidencia en la mujer trans en comparación con las mujeres cis. Tampoco hay reportada una mayor incidencia de cáncer en los hombres trans ya que no hay una asociación clara entre los andrógenos y el cáncer de mama”.
ESTUDIO MÁS IMPORTANTE, EN PAÍSES BAJOS
Valenzuela indicó que uno de los estudios más grandes hechos al respecto se realizó en los Países Bajos y contempló 3500 casos: “La investigación mostró que los niveles hormonales en sangre eran iguales entre mujeres transgénero que tuvieron cáncer de mama y las que no; y lo mismo ocurrió en los varones trans. Sin embargo, no se pudo analizar la influencia de los distintos tratamientos hormonales, ya que los mismos fueron cambiando en los distintos pacientes durante el seguimiento”, sostuvo. Según lo que se ha observado, “la mujer trans presenta un leve incremento en relación con el cáncer de mama si se compara con los hombres cis, pero menor si se compara con las mujeres cis”, agregó Valenzuela.
Los expertos explicaron que, como la disminución de los andrógenos y el estímulo estrogénico son factores de riesgo para el cáncer de mama masculino, es lógico pensar que una mujer trans se expone a un mayor nivel de riesgo como consecuencia del tratamiento hormonal.
Finalmente, hasta que se cuente con mayor evidencia científica, las y los especialistas recomiendan utilizar los estrógenos naturales para el THAG en mujeres transgénero y controlar los niveles sanguíneos de las hormonas suministradas para asegurar que se encuentran en el rango deseado y que el o la paciente consiga la transición al género autopercibido con las menores dosis posibles de hormonas. Un problema adicional que puede incidir en el diagnóstico tardío son las barreras culturales, sociales y económicas con las que se enfrentan históricamente las personas trans cuando quieren acceder al sistema de salud.