Las denuncias por violencia de género, las restricciones y el botón antipánico al parecer no alcanzan para que las autoridades detengan al agresor, algo que la familia atacada reclama desde hace tiempo.
Un drama familiar con violencia de género incluida atormenta por estos días a una pareja cordobesa y su familia, que frente a las cámaras de televisión les rogó a las autoridades para que detengan lo más pronto posible al agresor.
El calvario para esta familia que vive en el Barrio 1° de Mayo de la ciudad de Córdoba comenzó hace ya varios meses, pero al parecer las denuncias por violencia de género, las restricciones y el botón antipánico no alcanzan. Es que el atacante llamado Juan Carlos, de 29 años, nunca estuvo detenido a pesar de todas las presentaciones judiciales en su contra.
Una de las jóvenes que integra la familia agredida, que tiene 24 años, se distanció del atacante tras ocho años de relación en el que sufrió violencia de género. Luego de esto se fue a vivir con su hijo de un año y medio a pocas cuadras de su exnovio.
Sin embargo, el hombre nunca dejó de hostigar a la chica. Pasaba por su casa y le tiraba piedras, y hasta intentó atropellarla. E incluso llegó a amenazarla de muerte: “Dijo que no iba a parar hasta matarla”, aseguró su familia. Por todo esto la joven se mudó otra vez, pero los ataques no cesan.
Su hermana, de 21 años, reveló el drama que también está viviendo junto a su pareja a causa del agresor. “Cuando hizo la mudanza, amenazó a mi marido. A la madrugada le robó a mi mamá. Cuando fuimos a verla, me insultó, mi pareja salió a defenderme y me pegó en la boca, cara y patadas”, reveló.
No obstante, eso no fue todo ya que la familia del hombre se sumó al ataque: “Salieron con palos, cuchillos, apuñalaron a mi pareja y nos destrozaron el auto”, señaló la chica. Su familia hizo la correspondiente denuncia policial, pero el agresor solo estuvo 20 minutos demorado en la comisaría. En este sentido, la joven agregó: “Cuando salió, la amenazó a mi mamá de muerte. Mis padres y mi abuela hace 40 años que viven ahí. Buscan adonde ir porque no podemos ir más allá. Ayer volvíamos de trabajar y nos tiró el auto encima. La Policía vino a la hora y media y se fueron. Es todos los días lo mismo”.
Por todo este calvario es que la familia agredida está agotada y ruega que detengan al agresor. En esta misma línea, la chica añadió: “Tengo miedo de salir a la calle porque no sé si vuelvo. No quiero que le pase nada a nadie”.