Desde el año pasado, las quemas ilegales en las islas del delta vienen azotando con intenso humo a ciudades como Rosario, Baradero, San Pedro, Diamante y, desde ya, San Nicolás. De hecho, en la última semana nuestra ciudad se vio envuelta en un manto de humo y cenizas proveniente de Entre Ríos. EL NORTE visitó la isla que se encuentra frente a nuestro distrito, para recoger el relato –en primera persona– del calvario que viven los isleños.
Guillermo Puliti
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Desde el año pasado que EL NORTE viene dando cuenta de las quemas ilegales producidas en las islas del Delta del Paraná. A raíz de todos los acontecimientos ocurridos, este diario tomó contacto con isleños, quienes viven el día a día en el lugar de los hechos y son los que sufren en primera persona los incendios.
La travesía de este medio comenzó en La Horqueta, en inmediaciones de Arroyo del Medio, donde la familia Paredes nos recibió para cruzarnos a la isla. Ellos son quienes crían ganado y cuidan esas tierras desde hace muchos años. El bote de remos fue el transporte utilizado para llegar a destino. Luego, a caballo.
Don Paredes tiene 70 años, es jubilado y desde muy joven vive en la isla. Con sus dos hijos, Cecilia y Carlos, se encargan de mantener el ganado, recorrer la isla para monitorearla y, en lamentables ocasiones, apagar el fuego producido por la mano del hombre. Justo en frente, está la isla de Entre Ríos que hoy tiene focos ígneos. La postal reflejada es impactante.
“El incendio al isleño lo mata. ¿Por qué? Porque queda sin pasto, queda sin poderes, y no tiene un medio como pagar y llevar los animales a otro lado. Así que peleamos por los incendios, que no prendan fuego. Es una cosa que para nosotros está prohibido, porque es nuestro medio de vivir. Queremos que la gente entienda, que no nos haga mal”, manifestó don Paredes.
En la isla en cuestión, jurisdicción de Santa Fe, se prendió fuego cuatro veces en el 2021, justo en los lugares donde llevan las vacas a pastar. Les llevó varias horas poder apagar esos focos, conjuntamente con Prefectura, todas las veces que aparecían. A pesar de sus intentos por evitarlo, nunca pudieron agarrar a los culpables.
“Vemos fuego y salimos disparando. Prefectura nos ayudó siempre, cada vez que se los llama vienen, trabajan, apagan… como un bombero más acá. Solos no estamos por Prefectura, y después la peleamos con lo que tenemos. Ahora estamos en invierno, y no viene el pasto, no viene para nada. Las heladas queman todo, y lamentablemente mueren los animales”, añadió Paredes en diálogo con EL NORTE.
La isla
Este diario recorrió toda la isla. Bordeando la costa se visibilizaba la entrerriana con el humo que salía de cual chimenea. “Ver eso nos duele, pero peor es vivirlo en carne propia. Esos isleños pueden llegar a perder sus casas o ganado si no se apaga a tiempo. Desde junio que no cesa el fuego aquí enfrente”, comentó Paredes.
Específicamente, pudimos cabalgar por los lugares donde el fuego se llevó gran parte del pasto y destruyó todo a su paso. La imagen habla por sí sola. Sumado a ello, la bajante histórica del río Paraná también ayudó a empeorar la situación. Hay muchos lagos de la isla totalmente secos, lo que perjudica el poder criar al ganado en gran parte del lugar.
“El año pasado nos quemaron un poco y nos atrasó, nos atrasó mucho, porque hemos perdido vaquitas que teníamos. Pero hay que seguir luchando acá, es lo único que tenemos para sobrevivir, para no pedirle al Gobierno que nos dé un sueldo”, concluyó el isleño sobre la problemática de las quemas.
Vale recordar que cuando en octubre del año pasado nuestra ciudad se vio envuelta por el humo, principalmente venía de la isla custodiada por Paredes y su familia. Debido al miedo que les genera que vuelva a suceder, tienen preparados un sistema con palos de metal y cadenas que, tirados por un tractor, los ayuda a que las llamas no se propaguen. “Hay que estar alerta todo el tiempo acá. Si te descuidás, vienen y te roban el ganado, prenden fuego, dañan el lugar sin motivos”, señaló uno de los hijos de don Paredes.