Según un informe de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que realizó un relevamiento de las unidades dispensadas de productos para la disfunción eréctil desde el 2016 al 2023 inclusive, en todos los años las dispensas superaron los 4 millones de unidades, con picos en 2018 y 2021. “Hay un consumo bastante importante que se mantuvo a lo largo del tiempo, y vemos que cada vez hay más gente joven que lo pide, de menos de 30 años”, comentaron farmacéuticos de nuestra ciudad.
De la Redacción de EL NORTE
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Este año se cumplieron 26 años del lanzamiento comercial de sildenafil (más conocido como viagra), siendo el primer tratamiento accesible y eficaz frente a la impotencia sexual masculina o disfunción eréctil. Este fármaco, que se administra por vía oral, inhibe la enzima fosfodiesterasa 5 y aumenta significativamente la producción de óxido nítrico, que es el vasodilatador natural más potente que se conoce.
Según explican los especialistas, se trata de uno de los medicamentos más prescriptos porque es seguro y eficaz, y se toma generalmente en una formulación a demanda, es decir, cuando los pacientes quieren tener relaciones sexuales.
Inicialmente se investigaron sus efectos frente a la hipertensión arterial, la angina de pecho y el infarto agudo de miocardio, pero pronto se puso de manifiesto que su efecto clínico más relevante era la mejoría que los hombres experimentaban en su actividad sexual.
Según un informe publicado por el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que realizó un relevamiento de las unidades dispensadas de productos para la disfunción eréctil de distintas marcas desde el 2016 al 2023 inclusive, en todos los años considerados las dispensas superan los 4 millones de unidades, con picos importantes en 2018 y 2021 (este último año superó los 4,5 millones).
Crece la demanda en jóvenes
En ese marco, farmacéuticos de nuestra ciudad consultados por EL NORTE ratificaron la marcada demanda de medicamentos como Viagra u otras variantes, puntualizando –a la vez– la baja en la edad de quienes los solicitan.
“Hay un consumo bastante importante que se mantuvo a lo largo del tiempo, y vemos que cada vez hay más gente joven que lo pide, de menos de 30 años. Si bien su dispensa es con receta, lo que representa un filtro, hay un requerimiento de jóvenes que lo utilizan bastante. Está popularizado ese tema”, comentó una farmacéutica local y consideró: “Lo cual es un mal uso en realidad”.
“La juventud está inmersa en un revuelo donde hay que ser como todo lo que se aparenta, cuando en realidad no es así. No deja de ser otro aspecto de la problemática que tiene la juventud hoy, de tener que encajar en algo perfecto, cuando la realidad es imperfecta por naturaleza”, agregó.
Así, se observa que el perfil del usuario es muy diferente al que se pensó: los hombres mayores de 65 años son minoría entre los compradores, ya que lo usan varones de todas las edades que creen que, con la ayuda del viagra, tienen el “éxito” sexual asegurado.
Otro giro en la historia es que ahora también lo suelen comprar mujeres. Ellas adquieren el fármaco para sus parejas, aunque unas pocas lo compran para sí mismas porque creen que les puede mejorar su experiencia sexual, algo que no está probado.