Camila Putero tiene 27 años. En abril pasado se presentó en la campaña de Juanse Olmos, el bebé que necesitaba un trasplante de médula ósea. El 18 de octubre recibió un llamado del INCUCAI en el que le dieron aviso sobre una compatibilidad con un paciente norteamericano.
Martina Suárez
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Se llama Camila Putero, es nicoleña y tiene 27 años. En abril de este año decidió donar sangre en el marco de la campaña que realizó la familia de Juanse Olmos, el bebé que solicitaba un trasplante de médula ósea.
Pero fue el pasado 18 de octubre cuando recibió una comunicación muy especial: “Me llamaron del INCUCAI para avisarme que soy compatible con un paciente para donar médula ósea”, comentó Camila en diálogo con EL NORTE. Y agregó: “Sinceramente, en el momento no lo creí. Con esto de que llaman desde cuentas falsas no pensé que era real. Coordinamos un llamado para el lunes siguiente, hablamos un montón y ahí entendí que era cierto”.
“Me comentaron que soy compatible con un paciente del exterior y que necesitábamos tomar nuevamente muestras de sangre para corroborar el resultado y así seguir con el procedimiento. Me hicieron unas preguntas personales sobre mi salud y coordinamos para el martes ir al hospital a realizar la extracción”, añadió.
“Se me caían las lágrimas mientras escuchaba lo que me decían, sonreía de felicidad aunque todavía no soy consciente de lo que está sucediendo. Me agarró algo en el pecho y necesitaba ir en ese momento a realizar los pasos a seguir”, afirmó, conmocionada.
La joven destacó: “El martes fui al Hospital San Felipe a realizarme una nueva extracción, estaban muy conmocionados por la noticia. La atención que me brindaron fue excelente y fueron muy contenedores y profesionales”.
Sobre el procedimiento a seguir una vez que estén los resultados, manifestó que “si esta nueva muestra corrobora que somos compatibles, tengo que ir a Buenos Aires a realizarme exámenes clínicos para controlar mi estado de salud. Una vez que esté todo bien volvemos a coordinar para ir a realizar la extracción de médula”.
Dos maneras
Camila explicó a este medio que la extracción puede realizarse mediante dos procedimientos: “Uno es por aféresis (o sangre periférica) que es una extracción de sangre en la cual una máquina va separando las células de tu sangre y por el otro brazo te devuelven esa sangre. Y la otra forma es por punción en la médula ósea, con anestesia. Ambas son seguras y no hay dolor, contraindicaciones ni riesgos. Cada paciente elige el procedimiento que prefiera”. También aseguró que se le dificulta el poder dormir debido a la ansiedad que le provoca esta situación.
Sobre la identidad del paciente, la joven dijo que “lo único que me pudieron decir es que es un masculino de Estados Unidos. El contacto lo podríamos tener al año de haber realizado el trasplante y si ambas partes están de acuerdo”. Y concluyó: “Me encantaría conocer al paciente. Desde mi lugar pienso en su familia, amigos, su entorno. Me sensibiliza saber quién es y conocerlo. Sería muy emocionante”.
“Doná médula por Juanse”
La iniciativa que llevó a Camila a donar sangre por primera vez fue la campaña que se realizó en nuestra ciudad por Juanse Olmos -#DonaMedulaPorJuanse-, el bebé de ocho meses que padecía Inmunodeficiencia Combinada Severa y se encontraba internado en el Sanatorio de Niños de Rosario a la espera de un trasplante de médula ósea.
Lamentablemente y tras una extensa campaña de donación que trascendió fronteras, Juanse falleció dos meses después.“Nunca había donado sangre, cuando comenzó la campaña fui sin pensarlo, todos queríamos ser compatibles con él. Y ver todo lo que esa familia se movió creo que a todos nos movilizó”, enfatizó Camila.
Según manifestó, Julia Vivas -mamá de Juanse Olmos- se contactó con ella y le expresó su emoción por la noticia: “No te das una idea de lo importante que es para una familia atender el teléfono y que te digan que apareció un donante”, aseguró.
“Por eso, cuando me llamaron no podía creer que había sido en tan poco tiempo. También pensé ‘¿cómo no lo hice antes?’, son unos minutos que te generan mucha impresión, pero te aseguro que nada se compara con la satisfacción de que por ese pequeño aporte que hacés, podés cambiarle la vida a alguien”.
Ahora solo resta esperar: Camila declaró que una vez realizada la extracción, tiene que aguardar 90 días hasta saber si su análisis presenta compatibilidad con el paciente estadounidense.
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