En momentos donde avanza el Concurso de Acreedores en los tribunales de Reconquista, en la provincia de Santa Fe, el grupo Vicentin sigue moviendo las piezas en búsqueda de un equilibrio comercial que le acerque oxígeno financiero para hacer frente a la crisis. En ese sentido, surgieron novedades en relación a la transferencia del negocio de yogures y postres que le adquirió a SanCor hace cinco años atrás.
Según confirmaron fuentes cercanas a la agroexportadora Vicentin, un grupo empresario de Venezuela se hizo cargo del gerenciamiento de Alimentos Refrigerados (ARSA), la empresa que comercializaba los yogures, postres y flanes de la marca SanCor. Sin embargo, aclararon que por el momento solamente se desarrolla un gerenciamiento debido a los problemas judiciales que enfrenta Vicentin. El trabajo que viene realizando el juez de Rosario, Nicolás Foppiani, inhibe cualquier traspaso hasta tanto se completen las investigaciones en torno al proceder financiero del grupo.
El grupo empresario venezolano a cargo del gerenciamiento de ARSA se llama Maralac, cuyos titulares son Manuel y Alfredo Fernández, quienes están asociados con el empresario local Claudio Rafaniello. La empresa ya tenía presencia local y opera la marca láctea La Suipachense, instalada en la ciudad de Suipacha, en el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Actualmente ARSA cuenta con plantas operativas en Córdoba capital y en Arenaza, partido de Lincoln, en la provincia de Buenos Aires, y un plantel de 600 trabajadores. Además registra una posición en el mercado muy consolidada, con un 32% en postres y 16% en yogures. A todo esto, el año pasado y en medio de la pandemia del coronavirus, la facturación se ubicó en 6.000 millones de pesos, y fortaleció su importante red de distribución de al menos 160 agentes que le permiten una cobertura de más de 70.000 comercios en todo el país.
Por otro lado, hay que recordar que en septiembre del año pasado, la empresa Vicentin Family Group, que es la principal accionista de la malograda aceitera Vicentin, vendió las acciones que tenía en otra empresa vinculada: se trata del poderoso frigorífico Friar, ubicado en Reconquista, uno de los grandes exportadores de carne del país, y que pasó a manos del fondo de inversiones BAF (Buenos Aires Finantial).