Justin Sun, el joven magnate chino-estadounidense y creador de la plataforma de criptomonedas Tron, compró por una cifra exorbitante la obra titulada “Comedian” -del italiano Maurizio Cattelan- no es más que un plátano pegado a una pared con cinta adhesiva y tras un discurso se lo comió.
Justin Sun, un exitoso empresario y creador de la plataforma de criptomonedas Tron, cumplió una promesa que se basaba en devorar una obra de arte valorada en 6,2 millones de dólares. La pieza en cuestión se titula “Comedian” y es del italiano Maurizio Cattelan.
Dicha pieza es una banana pegada a una pared con cinta adhesiva, lo que indicaría un gesto banal dentro del arte contemporáneo y representaría un cuestionamiento a la noción misma de valor. La misma fue subastada por Sotheby’s en Nueva York, y el joven Sun adquirió la obra.
Aunque el precio fue exorbitante, porque su valor fue de 6,2 millones de dólares, el verdadero acto artístico no concluyó con la compra sino con la decisión del empresario, quien la comió ante la presencia de periodistas.
Luego de ello, el empresario declaró tras el primer mordisco: “Es mucho mejor que otras bananas”. Y con esa frase, que podría parecer trivial, resumió la paradoja de este tipo de arte: lo efímero y lo simbólico colisionan en una narrativa que no necesita del objeto para trascender.
El evento concluyó con un gesto a medio camino entre lo kitsch y lo performativo: cada asistente se llevó una banana y un rollo de cinta adhesiva, recordatorios físicos de una obra que ya había sido devorada, pero cuya narrativa seguirá fermentando en el universo digital.