En la madrugada del 5 de febrero de 2022 la ciudad despertó con la noticia de un brutal accidente. Una camioneta Amarok que se desplazaba por avenida Savio a “alta velocidad”, embistió a un Ford Fiesta y en el arrastre choco a otros dos vehículos. Carmen Montes murió en el acto y cinco personas resultaron heridas, entre ellas Miguel Arroyo quien falleció un mes después.

De la redacción de EL NORTE
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Se cumplen tres años desde aquella madrugada luctuosa en la que la ciudad entera se despertó conmocionada por la noticia de una tragedia. Los sonidos incesantes de las sirenas preanunciaban que algo muy grave había ocurrido. Una camioneta, que según los primeros testimonios recogidos en el lugar iba “al taco” por avenida Savio, había embestido a otro auto y por arrastre impactado contra dos rodados más. Una joven había muerto en el acto y cinco personas resultaron heridas de distinta gravedad. Un mes después, la tragedia se cobró la segunda víctima. Desde entonces la causa sufrió varios traspiés y las familias esperan justicia.
El terrible siniestro ocurrió durante la madrugada del 5 de febrero de 2022 en la intersección de las calles Terrasson y Savio. Jeremías Ramírez, de 20 años, chocó su camioneta Amarok contra el Ford Fiesta en el que viajaban las víctimas fatales para luego dar contra otros dos vehículos cuyos ocupantes recibieron distintas lesiones. Carmen Montes, de 40 años, murió de manera instantánea mientras que Miguel Arroyo, de 39 años, luchó por su vida casi un mes hasta que finalmente se produjo su deceso en los primeros días de marzo.
Carmen tenía dos hijos y sus conocidos la describieron como a una mujer muy buena, muy sensible, tranquila, trabajadora y muy generosa. Era una excelente persona, manifestaron a poco de ocurrido el siniestro.
Miguel era también padre de familia, artista plástico, tatuador y trabajaba en la empresa Ternium. “A mi hijo todos lo quieren, es muy solidario y un artista”, había dicho a EL NORTE su padre, Narciso Arroyo, en una de las marchas que se hicieron reclamando justicia.
Los testimonios tomados en el lugar del hecho eran estremecedores y coincidentes en cuanto a la dramática situación y a la velocidad en la que se desplazaba la camioneta al momento del accidente.
Los testimonios
A poco de ocurrido el siniestro EL NORTE dialogó en el escenario de la tragedia con testigos quienes habían manifestado: “Yo estaba a la salida del boliche La Morocha, habíamos llevado a mi sobrino y lo estábamos esperando, de ahí salimos y nos quedamos en el carrito de los panchos que está cerca. Empezamos a caminar, hacemos media cuadra y yo en eso veo que viene la camioneta Amarok a fondo, se sentía el motor que no daba más, como que pedía un cambio. Me acuerdo de que una de las chicas dijo: ‘Ese se va a llevar a alguien puesto’. Era tan impresionante que nos dimos vuelta a ver cómo seguía” expresó uno de los testigos. “Oí el ruido y vi por el retrovisor del auto que venía una camioneta a alta velocidad y luego siento los impactos”, señaló Leandro Coria, una de las víctimas del choque al advertir la Amarok que se acercaba. “Estaba en la vereda del boliche, recién había salido, me había cruzado a esperar un remís con una amiga y mirábamos para Savio a que llegue el auto. En eso veíamos cómo venía la camioneta a fondo, nunca me imaginé que iba a pasar lo que pasó. A todo el mundo le llamó la atención la velocidad a la que iba, todos mirábamos lo mismo porque no era algo normal, menos en una avenida y a la salida de un boliche. Vi la camioneta y fueron como dos segundos que después explotó todo”, contó otra de las víctimas de este terrible accidente, Yamila Mosto, vecina de Ramallo que había llegado a la ciudad para divertirse y terminó en medio de una tragedia. “De golpe volé contra la pared, caí boca abajo y cuando levanté la cara estaba el auto con una chica fallecida”, remarcó la joven recordando el terrible momento.
Otra de las victimas manifestó: “Hoy agradezco que estoy vivo porque me contaron cómo hizo mi cuerpo en el momento en que Ramírez me choca. La gente pensó que yo estaba muerto también”, agregó sobre esa fatídica noche Leandro Coria, otro de los heridos, quien estaba en un auto estacionado.
La causa
A tres años del fatídico hecho aún la causa no está resuelta. La caratula fiscal es por “Doble homicidio culposo”. El juicio por ambas muertes estaba próximo a realizarse cuando la defensa, integrada por los letrados Vanesa Cavallaro y Fernando Lima, interpuso dos recursos de queja en Casación tras haber apelado con resultado negativo. Estaban dirigidas contra resoluciones anteriores adversas a planteos de nulidad, de sobreseimiento y contra la decisión de elevar a juicio la instrucción. El otro planteo presentado era respecto del rechazo de pedido de recusación formulado por la defensa contra el fiscal de la instrucción, Martín Mariezcurrena. En este caso Casación confirmó la decisión de primera instancia y no lo apartó de la causa.
Entre muchas idas y vueltas la Sala IV del Tribunal de Casación Penal, en una inexplicable decisión terminó sobreseyendo a Jeremías Ramírez por la muerte de Miguel Arroyo por considerar que el fatal desenlace no se había producido por causa del siniestro. El tribunal entendió en esa oportunidad que si bien Miguel Arroyo nunca recuperó la conciencia ni logró salir de terapia intensiva el traumatismo de cráneo que padeció no fue la causa de su muerte. Por lo tanto, además de hacer lugar a los recursos planteados por la defensa los magistrados avanzaron con el sobreseimiento.
La fiscalía y el Particular damnificado recurrieron ante la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires quien decidirá específicamente acerca de la procedencia del sobreseimiento en cuanto a la muerte de Miguel Arroyo. De todas formas, aun ante una decisión adversa para su familia, sigue también pendiente el juicio por el homicidio de Carmen Montes, lo que se espera sea realizado en el transcurso de este año.