Fue una madrugada como las que se pueden catalogar como las más negativas. La falta de controles y los desbordes, algo que desde este medio hemos alertado, se repitieron. No hubo controles en la venta de pirotécnica. La ordenanza de Pirotécnica Cero no se cumplió. Por otro lado, en la madrugada, en la ciudad de Ramallo provocaron daños en un local gastronómico y se produjeron varias peleas callejeras de las cuales, de no haber sido por el accionar de la policía de la provincia de Buenos Aires, el saldo hubiera sido otro.
Los propietarios de Granja Mily, que es un local de venta de comidas, publicaron en su página de Facebook: “Indignados estamos con la situación que vivimos la madrugada del 25. Entraron a rompernos todo por la parte de atrás del negocio, pedimos por favor si alguien los conoce que nos pasen más información. Muchas gracias”.
Vandalismo y saqueo
En el local ubicado sobre la avenida San Martín ingresaron y provocaron daños. El vandalismo por el vandalismo mismo. Salieron y cuando llegaron a la intersección de Av. Moreno y San Martín, un auto con cuatro personas en su interior, a las 6.30, bajaron a hacer justicia por mano propia con un grupo de jóvenes, que supuestamente estaban involucrados en el hecho de la rotisería.
Fue un momento de mucha tensión el que se vivió en la esquina del sindicato de Fiplasto. Por suerte, un móvil de la Policía de la Provincia de Buenos Aires se dedicó a calmar los ánimos. Bajaron con armas y aunque no lo podemos confirmar hubo al menos un tiro al aire con postas de disuasión.
En la ciudad reinaba el caos. En la calle San Lorenzo hubo al menos dos peleas en donde fuentes que se contactaron con este medio señalaron que tuvo que intervenir personal de Prefectura Ramallo.
La madrugada fue violenta, faltaron controles por parte del Municipio, la Policía Bonaerense quedó en inferioridad numérica frente a los casos de violencia que se podía observar en la zona de la costa de Ramallo.
Granja Mily
En la recorrida que realizó este cronista se pudo observar cómo el personal policial acompañó a los propietarios del comercio, que estaban indignados con lo sucedido y que lo graficaron con fotos y expresiones de preocupación en sus redes sociales.
Los últimos acontecimientos sorprenden por el nivel de vandalismo que se repite en la vía pública. Una situación de la que debe tomar notar el Gobierno local. El 31 será otro capítulo, y lo que se observa es que hay mucho trabajo por hacer.
