Se trata de un tema tabú en la sociedad. San Nicolás tiene un índice creciente en intentos y suicidios concretados. Los números se desprenden de un informe realizado por el Hospital San Felipe, único efector público que está preparado para dicha demanda. “La ciudad hoy está atravesada, principalmente, por el consumo problemático”, notó en diálogo con EL NORTE Brenda Nuciari, quien formó parte del directorio del nosocomio hasta hace unas semanas y es quien realizó la estadística y balance.
De la Redacción de EL NORTE
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La salud mental es, sin lugar a dudas, una de las deudas pendientes para con la sociedad toda, tanto en San Nicolás como en el resto del país. Nuestro distrito alberga un solo efector público, el Hospital San Felipe, que tiene las herramientas para paliar la alta demanda que, luego de la pandemia, se acrecentó.
Sin una cantidad de lugares privados dedicados al tratamiento de problemas relacionados con la salud mental, los intentos de suicidios y la pospérdida de un ser querido -“la pandemia que se viene”, como lo definieron varios profesionales consultados por EL NORTE– el nosocomio interzonal ubicado en Av. Moreno es el único que puede sobrellevar estos casos.
Un informe al que accedió este medio, realizado oficialmente por el San Felipe, da cuenta del crecimiento de consultas y atenciones por intentos de suicidios o problemas relacionados con la salud mental. También, de un gran crecimiento de jóvenes, entre 12 y 17 años.
Equipo interdisciplinario
“Históricamente el HIGA San Felipe ha contado con uno o dos médicos psiquiatras y a partir de 1988 con una psicóloga. Ambos profesionales realizaban prácticas de tratamiento ambulatorio y de interconsultas en las salas de internación. Orgánicamente han dependido del Servicio de Clínica Médica. En el caso de situaciones de crisis, emergencias y con la consecuente necesidad de internación, se contaba con la posibilidad de derivación a tal efecto al Hospital San José de Pergamino por ser la institución con atención especializada más cercana y, en casos excepcionales, a los hospitales Esteves de Temperley o Colonia Cabred de Luján, casos, estos últimos, que dependían de la intervención jurídica que indicaba la internación por indicación de sus equipos técnicos, de modo que en general, estos pacientes no pasaban por la atención en el hospital”, explican en el informe.
“Desde 2015 se comenzaron a incorporar profesionales de salud mental, conformándose el equipo interdisciplinario que existe a la fecha: cuatro psiquiatras de adultos, uno infanto-juvenil, ocho psicólogas, dos trabajadoras sociales (una de ellas es quien coordina el equipo), tres enfermeros, una abogada y una terapista ocupacional”, agregan.
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Consumo problemático y situaciones críticas
Este medio dialogó con Brenda Nuciari, quien formó parte del directorio del hospital hasta hace unas semanas y es quien realizó la estadística y balance de la situación de salud mental, junto a su equipo de trabajo.
“San Nicolás hoy está atravesado, principalmente, por el consumo problemático. De hecho, es una de las principales atenciones que se realizan en el hospital. Muchas de ellas son de manera adrede. Involucra a toda la comunidad, independientemente de origen, edad, clase social, pero más que nada afecta a los adolescentes”, afirmó Nuciari.
“Nuestra ciudad tenía índices muy altos en relación con los intentos de suicidios, suicidios consumados y los datos en relación al consumo problemático. Entonces a través de un programa entre la OPS y el Ministerio de Salud de la Nación, nuestra ciudad fue declarada ciudad Centinela. Hay cinco ciudades en el país que estaban siendo investigadas por la situación crítica. Las situaciones críticas se están observando desde antes de la pandemia y con la misma se agudizó”, explicó.
Casos locales
Según el informe realizado por el San Felipe, entre enero y julio de este año, los diagnósticos de ingresos por guardia de salud mental arrojaron 473 casos totales, divididos en 158 casos por ingesta medicamentos, 132 por intento de suicidio autolítico, 60 por psicosis, 22 por depresión, 15 por angustia, 10 por trastorno de personalidad, 8 por trastorno de ansiedad y 42 por violencia.
“Debemos tomar conciencia como ciudadanos y dejar de tratar este tema como algo tabú. Lo digo como una ciudadana con una familia diezmada por la problemática. No debemos estigmatizar, debemos tomar conciencia como sociedad de que es algo que está presente sea cual sea la clase social, la escuela a la que van. Es fundamental cambiar para poder ayudar a quienes lo necesitan”, manifestó Nuciari.
Mayor demanda de atención
Para concluir, la exdirectora del San Felipe enfatizó el hecho de que hubo un crecimiento en la atención a adolescentes. “Como mamá de dos adolescentes estoy sumamente preocupada por cómo se van tratando estos temas. Por suerte, veo mucha más aceptación de parte de los jóvenes, pero recordemos que ya hubo casos en la franja etaria de 11 a 17 años”.
De hecho, el estudio del nosocomio sostiene que “en los últimos cinco años y especialmente en el último, pospandemia COVID-19, se ha acrecentado la demanda de menores de 18 años, en la franja etaria de 13 a 17 años, con casos de crisis de gravedad, aumento de casos por consumo problemático con familias en estado de vulnerabilidad. El año pasado se han presentado dos ingresos por guardia pediátrica con niñas de 12 años con ingesta medicamentosa con intenciones de intento de suicidio y un embarazo adolescente en una niña de 11 años. Todo ello debe ser abordado en este nosocomio dado que en la ciudad es el único dispositivo de atención que cuenta con profesionales adecuados para la atención de esa población”.