Rosario avanza con un proyecto para regular la actividad de los “trapitos” a través de capacitaciones y control estatal, mientras que, en San Nicolás el bloque de concejales libertarios propone una ordenanza para prohibir su actividad.
Las ciudades de Rosario y San Nicolás de los Arroyos enfrentan posturas opuestas sobre la actividad de los cuidacoches o “trapitos”. Mientras en Rosario se presentó un proyecto para legalizar y regular la tarea, el bloque de La Libertad Avanza en San Nicolás impulsa una ordenanza para prohibirla por completo, argumentando problemas de seguridad y convivencia.
En Rosario, la concejal justicialista Fernanda Gigliani reflotó un proyecto de 1995 para formalizar esta actividad. La iniciativa, presentada en el Concejo Deliberante, propone incluir a los cuidacoches en un padrón oficial, capacitarlos y otorgarles uniformes municipales. “Es una salida laboral ante la falta de empleo formal”, argumentó Gigliani, quien también destacó que el proyecto busca otorgar mayor seguridad a los automovilistas y formalizar una práctica ya existente.
Sin embargo, el proyecto enfrenta críticas. Desde el PRO, el concejal Carlos Cardozo señaló que regular la actividad podría integrar al sistema a personas “irrecuperables” y enfatizó que los cuidacoches detenidos por extorsión durante eventos masivos justifican una postura de prohibición.
La postura en el Concejo Deliberante en San Nicolás
En contraste, San Nicolás adoptó una visión diferente. El bloque de La Libertad Avanza, integrado por Sol Arance y Maciel Deatriz, presentó un proyecto para prohibir a los “trapitos” y limpiavidrios en la vía pública. La concejala justificó la medida como una respuesta a los reclamos de vecinos por acoso, inseguridad y situaciones conflictivas. “Esta actividad genera incomodidad y atenta contra la tranquilidad y el orden público”, afirmó Arance.
El proyecto también contempla medidas para proteger a menores de edad y personas con discapacidad involucradas en estas tareas, notificando de inmediato a los organismos de protección de derechos. Si bien Arance reconoció que en San Nicolás existe un grupo reducido de cuidacoches organizados con autorización municipal, aclaró que su objetivo es erradicar las prácticas no reguladas que “espantan al turismo y generan conflictos”.