Los Faros de Conservación y el presupuesto incrementado, a la par de nuevos brigadistas formados, continúan siendo escasos ante los incendios en zona de humedales. Desde el Ministerio de Ambiente admiten que “en mayo hubo 290 focos. Ese número se duplicó en junio y en los 14 días de julio.” Desde la ONG rosarina “El Paraná no se toca” apuntan a una Justicia especializada para tratar el tema para esta “tragedia ambiental”.
Carolina Mitriani
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Mientras las llamas siguen creciendo y el humo sofoca no solo a San Nicolás, sino a gran parte de la región, Jorge Bartoli, integrante de la ONG rosarina “El Paraná no se toca”, resaltó en el aire de Pila y Media (Radio U) que “todos sabemos que los incendios son generados por la mano del hombre, ya no cabe ninguna duda. Al momento, el organismo que debería actuar en este tema y hacer las averiguaciones correspondientes en la Justicia a través de todos sus brazos operativos referidos a la fuerza de seguridad que la auxilian, no ha encontrado a un solo responsable con las manos en la masa. Han tomado declaración testimonial a muchas personas, pero no tenemos ni un solo responsable”.
Desde la organización decidieron hacer diligencias por cuenta propia para observar determinadas zonas de incendios frecuentes, y de esta manera llegaron a fotografiar de forma aérea a un grupo de personas que se movilizaban a caballo en cercanías de un foco recién iniciado. Esas imágenes, explicó Bartoli, fueron aportadas a las autoridades a fin de que se los identifique e interrogue.
Mala costumbre
Más allá de resultar una actividad extendida en la historia, desde el año 2008 se profundizó el problema de los incendios de grandes extensiones de campos para su “limpieza” y posterior utilización en diferentes cuestiones, como el agro y el mercado inmobiliario. “Ahora hace ya un par de años que con la crisis de la primera bajante del río y la falta de lluvias este problema se ha vuelto a recrudecer y aquí estamos… en una especie de deja vu de lo que ya viene pasando hace mucho tiempo”, retrató el integrante de “El Paraná no se toca”.
Desde la organización entienden que en este punto estamos cosechando los frutos de la desidia, el desinterés y el abandono que han sufrido históricamente estos territorios en las últimas décadas. Creen que esto ha promovido, por ejemplo, que la presencia del fuego en terrenos de amplia extensión sea algo naturalizado en lo cotidiano. “El fuego pasó a formar parte del paisaje. Hoy estamos ante una verdadera tragedia ambiental y también extendida a lo socioambiental, porque hay una afectación tremenda de la salud humana. Hoy ya no se justifica ni por una cuestión cultural, económica o de descuido que se incendie un metro cuadrado más de islas frente a la tragedia que estamos viviendo”, marcó Jorge Bartoli.
Sin culpables
Una de las grandes incógnitas que se presentan en esta circunstancia es la de la falta de individualización de los propietarios de una importante porción de los suelos que arden. En dichos casos, a través de los datos de registro catastral podrían intervenir las autoridades; distinto es el caso de los terrenos fiscales, cuando no tienen un dueño en particular.
“Los propietarios tienen cierto grado de responsabilidad de lo que pasa en sus terrenos. Es cierto que muchos de ellos dicen que no apelan al uso del fuego y eso debe ser tenido en cuenta, no caer en generalizaciones, aunque tienen una noción de lo que está pasando. Todas las voces deben ser escuchadas. Pero está demostrado a las claras que la Justicia no está contando con todos los medios que necesita. Nosotros apuntamos a una firme preparación de fiscales abocados a temas ambientales y herramientas de supervisión y control, que auxilien a la Justicia. Vamos corriendo atrás del problema”, valoró el integrante de “El Paraná no se toca”.
Ley de cajones
La ya histórica agrupación rosarina analiza que “la ley de humedales se viene batallando en el Congreso desde el año 2013 y ha perdido en sucesivas oportunidades estado parlamentario, no porque se la olviden en el cajón o porque tengan algo más importante que tratar, sino porque concretamente hay intereses que no quieren que esta ley avance con presupuestos mínimos que vengan a proteger estos territorios”.
En ese sentido, recientemente denunciaron que en el mes de marzo se volvió a presentar el proyecto que se viene trabajando desde hace años, consensuado con gran cantidad de organizaciones del país, institutos universitarios y especialistas en temas, “pero como le queda incómodo a los intereses, hace poquitos días el Comité Federal de Medioambiente (integrado por el Ministerio de la Nación y los provinciales) informaron que ellos ya tienen su proyecto en la mano para presentarlo en la Legislatura. Está hecho a la medida de los intereses que se oponen a la ley consensuada”.
Sin embargo, no pierden la esperanza de dar este primer gran paso: “Creemos que más tarde o más temprano vamos a tener una Ley de Humedales. Como toda construida desde lo popular, hay que batallarla, militarla, ser claros. Pero también somos conscientes de que no soluciona per se estos problemas, como pasó con la Ley de Bosques y la de Glaciares. Es un escalón imprescindible, pero es solamente un escalón”.
Acciones legales
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible nacional presentó una denuncia con información georreferenciada sobre incendios en el Delta ante la Justicia de Entre Ríos. Fue presentada el 15 de julio ante el Poder Judicial Federal con asiento en Entre Ríos. Se proporcionaron datos brindados por los Faros de Conservación, que están instalados para la detección de los focos ígneos de manera temprana.
El ministro Juan Cabandié explicó que los faros “arrojan la localización de focos ígneos” y agregó que si tales datos “se cruzan con información catastral de las provincias, la Justicia puede determinar claramente quiénes son los que prenden permanentemente fuego en el territorio”. “Nosotros tenemos herramientas, instrumentos e información para reforzar a la Justicia y que se sepa quiénes son los que prenden los focos”, resaltó.
Ahora
El Servicio Nacional de Manejo de Fuego (SNMF) consignó en su último reporte diario que se encuentra controlado el foco de incendios que se desata en Victoria (Entre Ríos). Esto quiere decir que la línea de control ha quedado establecida definitivamente, anclada y asegurada. Se considera que no hay posibilidad de rebrotes. La situación tendría que ser irreversible.