La edición 36 del ´Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries´ cerró a comienzos de esta semana con un acto masivo en Bariloche y definió el lugar de la próxima convocatoria. En diálogo con EL NORTE, la presidenta de la comunidad coya ´Madre Tierra´ Rosalía Elina Quipildor se refirió a diversas problemáticas.
De la Redacción de EL NORTE
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Desde hace 36 años que las sedes de los Encuentros de Mujeres se eligen por ovación en los cierres. Esta vez, la elección de la ciudad andina fue casi un voto cantado: durante todo el fin de semana se rumiaba que Jujuy debía ser el lugar que reciba el Encuentro número 37. “Arriba los derechos, abajo las reformas”, fue la consigna que llevaron las cholas del Tercer Malón de la Paz. En diálogo con EL NORTE, la presidenta de la comunidad coya ´Madre Tierra´ Rosalía Elina Quipildor se refirió a las problemáticas existentes y sostuvo: “La mujer originaria lucha por liderar cambios sociales y económicos que promuevan el desarrollo de acuerdo con su propia cultura y hacia un abordaje integral sobre el acceso a derechos”.
Ahora habrá una nueva comisión organizadora del ´Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries´ y 11 meses de trabajo autogestivo, democrático y horizontal. Las dos últimas sedes del Encuentro están unidas por una aguerrida defensa del agua y del territorio.
MARGINACIÓN, VIOLENCIA Y FALTA DE JUSTICIA
“Los hermanos originarios sólo quieren protección, garantía de sus derechos junto a la defensa de la Madre Tierra, que es la que nos da la vida. La mujer originaria lucha por liderar cambios sociales y económicos que promuevan el desarrollo de acuerdo con su propia cultura y hacia un abordaje integral sobre el acceso a derechos. Se trabaja en equipo para potenciar las capacidades de las organizaciones brindando seminarios de reflexión y talleres de capacitación para mujeres líderes de las comunidades originarias de Jujuy debido a la doble marginación que sufren mis hermanas originarias por su condición de mujer. Siempre en las luchas, primero somos nosotras las mujeres, porque somos las que llevamos la vida adelante. Somos las que tenemos fuerza y que contagiamos a las demás. Las mujeres originarias bregamos por la defensa del agua y de la vida”, indicó Quipildor.
La referente originaria denunció: “Las mujeres son reconocidas como las protectoras y guardianas de sus valores culturales y garantizar la permanencia de sus pueblos. En el desalojo de sus comunidades y la pérdida de tierras -ellas que son el eje de la familia- son las más perjudicadas. Y todavía sufren situaciones de violencia. Ante la violencia estatal y los femicidios, para mis hermanas originarias no hay justicia. Por una mujer no originaria los medios se mueven, pero para una originaria no”.