La organización social “Ni un pibe y piba menos por la droga”, enmarcado en las tareas de la CCC, lleva adelante espacios terapéuticos y recreativos para combatir este flagelo, sobre todo en la juventud. En dialogo con EL NORTE dieron a conocer como se trabaja con quienes necesitan salir de las adicciones y las necesidades del lugar.
Germán Rodríguez
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La Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario “Ni un pibe y piba menos por la droga” está ubicada en Miguel Rojas 1159, en el barrio San Martin. Allí disponen su abanico de presentaciones para la comunidad, que tienen como objetivo central el acompañamiento para la prevención y erradicación de los consumos problemáticos. Estos llegan por un universo de multicausalidades, entre las que es preciso reformular y crear redes de contención y autonomía.
Desde la organización contaron que el pedido que se le hace al municipio es poder sentarse a dialogar por un reglamento y una ley que aborde la emergencia en adicciones, que no solo se solicita a nivel nacional sino que a nivel local es una gran problemática, que se refuercen los kits deportivos en los clubes de barrio y las organizaciones sociales, la reapertura del polideportivo de Garetto y campañas de prevención y formación de preventores en adicciones.
Adicciones
En dialogo con EL NORTE, Lourdes Devito, referente del movimiento “Ni un pibe menos por la droga en San Nicolás”, comentó sobre la labor que realizan desde la casa de acompañamiento y las necesidades de la misma. “Trabajamos la problemática del consumo como otra pandemia posterior al covid. La droga está en todos los sectores pero sobre todo en los más vulnerables y es una puerta de entrada a un montón de otras cosas. El pibe no solo la pasa mal por las adicciones sino porque no tienen un plato de comida en la casa, no tiene un trabajo digno, porque no tiene un techo, porque no puede terminar la escuela, no tiene acceso a practicar deportes. La casa está abierta para todos y quien quiera acercarse a hacer un tratamiento lo puede hacer y le damos un espacio. Trabajamos en talleres divididos en distintas áreas ya sea culturales, deportivos y de educación. Son todos libres, gratuitos y pueden acercarse quienes quieran participar. Tenemos un equipo terapéutico que consta de dos psicólogos y una psicóloga social que son los que se ocupan de los problemas de consumo y después tenemos talleristas que están preparados en la línea del movimiento, que es la de prevención y promoción, por ejemplo en deportes con jockey femenino, kickboxing y pronto futbol. Tenemos a nivel cultural un taller de rimas y freestyle con un taller de grabación para que los pibes que empiezan a trabajar puedan hacerlo y talleres de oficios.”, expresó.
Los jóvenes y el consumo
Respecto a cómo sostiene la casa expresó: “Esto es subsidiado por Sedronar que es la secretaria de drogas a nivel nacional. Sedronar abrió la canilla de presupuestos después de que el macrismo los cerró. Cuando asumió Alberto fue una de las primeras cosas que más o menos acomodó a nivel nación y provincia respecto a la salud mental y dentro de eso entra Sedronar que vuelve a abrir a nivel federal alrededor de 45 casas. En la casa de atención estamos trabajando con 30 personas como equipo. Lo hacemos junto a la juventud de la Corriente Clasista y Combativa, así los pibes y pibas de menos de 27 años que tienen sus salarios social complementario contraprestan y trabajan en la casa de contención y acompañamiento y se forman además. Entendamos que el consumo nunca deja de aumentar es permanente y crece en peligrosidad, independientemente de la sustancia porque aumenta el consumo de alcohol y detrás viene todo lo otro”.
Respecto al consumo de la marihuana dijo: “La marihuana la consideramos una sustancia más y no estamos a favor de la línea de reducción de daños, es decir todo esto de que sostener el consumo de la sustancia. Nosotros tenemos tolerancia cero a la sustancia porque entendemos que es una herramienta de dominación, al estar bajo los efectos de cualquier psicoactivo se encuentra con menor capacidad de resolver o continuar con la vida diaria o seguir proyectos. La marihuana la consideramos dentro de las drogas como una más y hay que combatirla como tal porque es generalmente a lo primero que tienen acceso los pibes, es más fácil conseguir un porro en un barrio que un plato de guiso. No hay política públicas, ni contra el narcotráfico, ni preventivas. Nosotros no vamos a pelear con el narco; que contra el narco pelee el estado que es lo que reclamamos. Estamos cansados de que los chicos lleguen reventados y de ver nenes muy chiquitos que empiezan a consumir a partir de no tener otras oportunidades”.
Escuchar y ayudar
Érica Martínez es psicóloga social y atiende en la casa a aquellos que llegan pidiendo ayuda para lo que siguen una serie de protocolos necesarios. “En la casa de atención y acompañamiento comunitario, brindamos asesoramiento, escucha y contención. Es un dispositivo ambulatorio, eso quiere decir que la persona que ingresa después de una entrevista de evaluación se le dicta un recorrido terapéutico, si la persona necesitara una internación se aplica otro protocolo donde se deriva a alguna institución que lo pueda alojar, dependiendo si la persona tiene obra social o no y se lo acompaña en ese proceso en las casa de atención y acompañamiento comunitario que dependen de Sedronar. El equipo está conformado por dos psicólogos y una psicóloga social. Cuando una persona llega, que a veces se acerca la familia, se coordina un día para darle la entrevista dependiendo los días que hay para consultorías y ahí se evalúa primero si encuadra para el dispositivo, si es que puede realizar un tratamiento ambulatorio. Se coordina que pueda tener una terapia individual, que pueda participar de las terapias grupales y de los distintos talleres que ofrecemos”, expresó la profesional a nuestro medio respecto a cómo se recibe al adicto.
“Trabajamos a la mañana la parte terapéutica. A la tarde hay distintos talleres para distintas edades. A la mañana priorizamos que tengan su espacio de terapia individual y grupal. Entendemos a la salud como integral, que la institución sea vista como un espacio de salud por lo que entonces tenemos actividades recreativas, talleres de educación física, de cocina, oficios. También trabajamos en redes, es importante la difusión y que se pueda conocer sobre todo la parte territorial. En la consultoría también trabajamos cuestiones que tienen que ver con la violencia de género”, aclaró.
Sin oportunidades
Respecto al crecimiento de consumo entre los jóvenes dijo: “Sobre el consumo en los barrios yo creo que por un lado hay una gran escases de números oficiales que dependería de un observatorio o datos municipales, pero lo que vemos trabajando en el territorio es que realmente la droga es un flagelo cuando se presenta como única alternativa. Hay una frase que trajo una vez un psicólogo que dijo que el narcomenudeo es el mayor agente de empleo y eso debemos repensarlo, como ante una necesidad de trabajo educación, una salida mejor, es que aparece el narcomenudeo agarrando a los pibes, ofreciéndoles droga de temprano y después es difícil que pueda salir con todo lo que acarrea. Los pibes tienen ganas de salir, de hacer cosas, pero necesitan más espacios, necesitan más lugares con mayor acceso a la salud, a la educación, al deporte y en eso hacemos foco”.
Actividades terapéuticas
El espacio de escucha, asesoramiento y acompañamiento en consumos ofrece actualmente actividades de lunes a viernes. Los lunes, en el horario de 9:30 a 11 horas realiza terapia grupal. Los martes, de 9:30 a 11 horas, la terapia es individual. Los días miércoles se realizan consultorías, taller de género y terapia individual, de 9:30 a 10:30, 10 a 11 y 10:30 a 12 horas respectivamente. Los jueves las consultorías son de 9:30 a 10:30 y la terapia individual de 10:30 a 12 horas. Por último, los viernes la terapia grupal va de 10 a 11 horas y la consultoría de 11 a 12 horas.
Talleres gratuitos
Otro interesante soporte se brinda a través de talleres gratuitos de recreación. Estos incluyen el taller de rimas, freestyle y escritura los días jueves, de 17:30 a 19:30; kickboxing se dicta en la Casa de Miguel Rojas 1183 los martes y jueves, de 17:30 a 18:30 y de 18:30 a 19:30; las clases de hockey –en el polideportivo de barrio Moreno- son dictadas por la profesora Bianca Raiteri los miércoles y viernes de 16 a 17:30 horas; y en breve comienza el curso intensivo de serigrafía, que rápidamente agotó sus cupos.