El magnate apoyó los planes de Donald Trump para Marte, pero su gesto desató críticas por su aparente similitud con el saludo nazi.
Elon Musk, magnate conocido por liderar Tesla y X, debutó como titular del recientemente creado “Departamento de Eficiencia Gubernamental” en el gobierno de Donald Trump, generando controversia con un gesto que muchos interpretaron como un saludo nazi al finalizar su primer discurso oficial. El acto tuvo lugar en el estadio Capital One, ante una multitud de 20.000 seguidores del expresidente.
Durante su intervención, Musk agradeció a los partidarios de Trump por su apoyo en el regreso del republicano a la Casa Blanca. “Las elecciones van y vienen, pero estas han sido realmente importantes. Y quiero darles las gracias por haberlo hecho posible. Gracias a todos, el futuro de la civilización está asegurado”, afirmó el empresario. Al concluir sus palabras, se golpeó el pecho y levantó el brazo derecho en el aire en dos ocasiones, provocando reacciones inmediatas por la similitud del gesto con el saludo prohibido en países como Alemania y Austria debido a su asociación con el nazismo.
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Además, Musk utilizó su discurso para reafirmar su compromiso con el gobierno y prometió ambiciosos proyectos. “Vamos a Marte, un astronauta estadounidense plantará la bandera en Marte”, aseguró, destacando su intención de liderar un programa espacial que lleve a Estados Unidos a un nuevo nivel de exploración interplanetaria.
El gesto final del empresario no tardó en desatar polémica en redes sociales y medios internacionales. Aunque el saludo nazi está prohibido en varios países europeos, en otras regiones es utilizado como símbolo por grupos extremistas, lo que acentúa las tensiones alrededor del hecho.
El evento marcó un inicio controvertido para Musk en el Poder Ejecutivo, mientras se prepara para liderar una cartera destinada a reducir los gastos estatales y optimizar los recursos gubernamentales bajo la administración de Trump.