La Universidad Nacional Tecnológica San Nicolás y el Hospital San Felipe han establecido un convenio para implementar un innovador sistema de reconstrucción 3D de partes óseas, convirtiendo al nosocomio en pionero en la ciudad. Este avance tecnológico permite personalizar los procedimientos quirúrgicos, mejorando los resultados y reduciendo el tiempo en el quirófano, según explicó el Dr. Sergio Robledo, jefe del Servicio de Traumatología y Ortopedia.
A partir de un convenio entre la Universidad Nacional Tecnológica San Nicolás y el Servicio de Traumatología y Ortopedia del Hospital San Felipe, comenzó a implementarse un novedoso sistema de trabajo en el nosocomio. Se trata de la reconstrucción 3D de partes óseas que sufrieron fracturas complejas.
Al respecto, el jefe del Servicio, el Dr. Sergio Robledo, confirmó que este sistema es “nuevo para la ciudad” y que “el hospital es el primer lugar que lo está implementando”.
En tanto, por su parte, el Ing. Marcelo Lencina, coordinador de Ingeniería Clínica G.A.D.I.B., explicó que la “técnica consiste en que, a partir de una imagen tomográfica, hacer todo el procesamiento y el filtrado correspondiente para poder tener la parte ósea que se quiere imprimir a través de unos softwares especiales, específicos para esta tarea, se hace este desarrollo y luego se manda a hacer la impresión”.
En este sentido, detalló que “se logra una impresión de calidad y que les permite a los cirujanos hacer el abordaje y la planificación de la cirugía con tiempo y fuera del ámbito del quirófano”.
La tecnología 3D permite personalizar los procedimientos quirúrgicos según las necesidades individuales de los pacientes. De esta manera, los médicos pueden adaptar las técnicas quirúrgicas a cada caso específico. Este avance “redunda en mejores resultados quirúrgicos”, especificó el Dr. Robledo.
La incorporación de esta tecnología permite reducir el tiempo en el quirófano. Se debe a que los cirujanos ya saben exactamente qué hacer antes de comenzar. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también disminuye el riesgo para el paciente.
En ese marco, menos tiempo bajo anestesia significa menos complicaciones posoperatorias. La reducción del tiempo quirúrgico es un beneficio significativo tanto para médicos como para pacientes.