DI LELLO NO INVESTIGA LA CAUSA “VACUNADOS VIP” PERO SÍ UN PARTIDO DE FÚTBOL

POLITIZACIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL

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La politización de la Justicia federal también tiene expresión en San Nicolás. El fiscal Matías Di Lello, quien rechazó actuar en el escándalo por presuntas vacunaciones VIP en San Nicolás por entender que la campaña de inmunización contra el covid es de competencia provincial, ahora ordenó allanamientos en busca de pruebas que acrediten algún tipo de violación de protocolos sanitarios en un encuentro de fútbol entre funcionarios municipales y periodistas de distintos medios de San Nicolás, con motivo de un evento de promoción del Estadio Único.

Los caprichos del fiscal Matías Di Lello lesionan la credibilidad en la Justicia. 

De la redacción de EL NORTE
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El accionar de la Justicia federal en Argentina está históricamente sospechada de moverse al ritmo de los intereses políticos de cada época. Ejemplos hay muchos. Lo del fiscal Matías Di Lello podría inscribirse en esa larga lista de acciones que desnudan la politización de la Justicia en este país.

Días atrás, el titular de Fiscalía Federal de San Nicolás rechazaba actuar en la causa conocida como «vacunados VIP» en la que se constataron irregularidades varias en la campaña local de inmunización contra el coronavirus. 

Antojadiza la interpretación de Di Lello al entender que el escándalo por vacunación irregular es un asunto provincial cuando existe un DNU presidencial que establecía taxativamente que el grupo destinatario de la vacunación contra el covid en aquel momento eran los profesionales intensivistas y personal de salud en contacto con pacientes.

Insistimos, Di Lello se excusó de actuar por entender que es un asunto de competencia provincial. Lo curioso es que el mismo funcionario ordenó allanamientos en el marco de una investigación sobre presunta violación de protocolos sanitarios en un encuentro de fútbol amistoso que tuviera lugar en el Estadio Único de San Nicolás, y que obedeciera a la invitación que recibieran un grupo de periodistas de distintos medios locales en el marco de actividades de promoción del Estadio Único. La invitación del Departamento Ejecutivo tuvo como fin presentar ante los medios las posibilidades que ofrece el Estadio Único como potencial escenario para diferentes eventos. 

Como sea, no había nada que ocultar. En ningún momento se violaron los protocolos sanitarios vigentes al 29 de marzo, fecha en la que no estaban prohibidos los encuentros recreativos ni deportivos. El fiscal federal que de manera discrecional decide actuar o no en causas vinculadas al covid debiera saber eso. 

Este diario supo que Di Lello se interesó por conocer si en la Justicia ordinaria, cuyas fiscalías coordina la Dra. Sandra Bicetti, se había iniciado alguna investigación sobre la presunta utilización de un espacio público para un «evento privado». Lo cierto es que, evidentemente, en ese ámbito nadie advirtió una posible comisión de delito. El fiscal federal parece no haber quedado satisfecho con la situación y entonces decidió ir por otro lado: la presunta violación de las normas de restricción por situación sanitaria. Caprichosa la acción del fiscal Di Lello, que pareciera querer investigar un encuentro de fútbol recreativo a como dé lugar.

Di Lello, en off side

¿Cuál es el argumento que esgrime el fiscal federal para ordenar allanamientos? En rigor, otro capricho. Para Di Lello podría haberse violado el artículo 205 del Código Penal que prevé sanciones para quien “violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. 

Hay algo que tal vez el fiscal no tuvo en cuenta al momento de ordenar el allanamiento: el 29 de marzo San Nicolás transitaba un estadío de fase 4 que permitía encuentros recreativos al aire libre. En este caso, eran alrededor de 30 personas en un espacio de más de 7000 m2. 

El Boletín Oficial que publica el Gobierno de la provincia de Buenos Aires es muy claro: «Están permitidos los eventos culturales, sociales, recreativos o religiosos en espacios públicos al aire libre con concurrencia máxima de hasta 100 personas en distritos de fase 4. Y de hasta 30 personas en distritos de fase 3. Ninguna disposición municipal establecía modificaciones a ese marco general, en aquellos días.

Recién el 31 de marzo San Nicolás y otros 109 municipios bonaerenses deberían ajustarse a un esquema de restricciones más severas en virtud de un crecimiento explosivo en los contagios de coronavirus. A partir de entonces, y no antes, se suspendían actividades entre las 2:00 y las 6:00 y se limitaban las reuniones sociales, familiares y recreativas en espacios cerrados a solo 10 personas. Incluso, en municipios en fase 3 hoy están habilitadas las reuniones sociales y familiares al aire libre de hasta 20 personas. También al día de hoy para Provincia están permitidos los encuentros culturales, sociales, recreativos y/o religiosos en espacios públicos al aire libre con una concurrencia máxima de hasta 30 personas.

Pero hay más. El criterio que utiliza el fiscal Di Lello para decidir investigar un encuentro recreativo de fútbol no lo aplica para actuar en la organización de partidos oficiales de la Liga Nicoleña como, por ejemplo, los disputados entre Paraná vs. Argentino Oeste, Matienzo vs. Belgrano y Regatas vs. Los Andes, el domingo 28 de marzo en cancha de Regatas. O los que se jugaron el mismo día en cancha de La Emilia entre Somisa vs. Matienzo, General Rojo vs. El Fortín, Social vs. Defensores y 12 de Octubre vs. La Emilia. Tampoco parece preocuparle, al fiscal Di Lello, si se violaron protocolos sanitarios en los partidos disputados con anterioridad y posterioridad al 29 de marzo.

El fiscal tampoco aplica la misma lógica al momento de intervenir ante las fiestas clandestinas que se han realizado en la ciudad, ni en las manifestaciones masivas por parte de organizaciones sociales que reclaman diferentes cuestiones. Ni actuó de oficio en los encuentros de básquet local donde se burlan los protocolos sanitarios. De hecho, el lunes último se jugó el clásico Regatas vs. Belgrano que fue presenciado por alrededor de 80 personas, la mayoría sin barbijos y en un espacio cerrado. Las imágenes de ese encuentro circularon por medios de comunicación y redes sociales. Pero para el fiscal ello no ameritó una intervención de oficio.

También se excusa de actuar, el fiscal federal, ante la violación del impedimento de circular entre las 0 y las 6 dispuesto por DNU presidencial. Así se lo hizo saber a las autoridades de Gobierno local, tal como lo reflejara EL NORTE días atrás. En este caso, Di Lello pareciera tirarse el lance de desentenderse del tema: en su razonamiento, la Justicia federal va a recibir las denuncias, pero el tema es de jurisdicción provincial. Es decir, otro escenario vinculado a la situación covid en el que Di Lello decide discrecionalmente si investiga o mira hacia un costado.

Se hace muy difícil interpretar el proceder del fiscal Di Lello separado de una intencionalidad política. Este accionar lesiona toda credibilidad en la Justicia, en este caso federal.

Se puede entender la perorata del periodismo militante, al que no le interesa la verdad de los hechos. Lo que no se puede sostener ya es la Justicia militante.