La Policía de Lomas de Zamora detuvo a un falso pediatra que trabajaba en la clínica Luzuriaga de Llavallol. El acusado, Carlos Alberto Murgia, atendió durante los últimos cuatro años a por lo menos 300 pacientes, en su mayoría chicos, con una matrícula que no era suya. El hombre se presentaba a sí mismo como médico clínico y pediatra, y llegó a ser el director de la Clínica.
A raíz de una denuncia se abrió la investigación que concluyó en que no tenía ningún título que lo habilitara sino que usaba las matrículas de una doctora que ya no ejercía la profesión y de un médico del interior del país.
En los distintos allanamientos a la clínica y a su domicilio, la Justicia secuestró 100 historias clínicas de adultos y unas 200 de menores, además de contratos, sellos y documentación de interés, así como gran cantidad de instrumentos médicos, remedios, recetarios, sellos apócrifos y otros elementos de prueba con los que el falso médico formuló diagnósticos e hizo más de 500 recetas.
Intervino el Juzgado de Garantías N° 4 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, y ordenaron la detención de Murgia, acusado de “falso ejercicio de la medicina, usurpación de títulos y honores, y falsificación de documento público”, un delito cuya pena máxima prevista en tentativa es de seis años de prisión.