El futbolista se presentó por quinta vez ante la jueza del caso con la intención de lograr la libertad condicional pero cambió su versión.
Dani Alves se presentó nuevamente ante la jueza que sigue el caso del supuesto abuso sexual del futbolista en una disco de Barcelona, el pasado 2 de enero. En este caso, el brasileño insistió que tuvo “relaciones sexuales consentidas” con la joven y admitió por primera vez que hubo penetración y se desdijo de una de sus primeras declaraciones ante la Justicia.
El futbolista señaló también que mintió en su primera declaración para ocultar su infidelidad ante su esposa y poder salvar su matrimonio. Alves estuvo durante media hora con la jueza que sigue su causa con la intención de lograr la libertad condicional.
El brasileño se encuentra detenido en Barcelona desde el 20 de enero y no consigue salir ya que la magistrada considera que hay “un elevado riesgo de fuga”. Reiteró que conoció a la denunciante esa misma noche en el reservado de la discoteca y que bailó y coqueteó con ella y una amiga. Aseguró que la joven accedió al baño del reservado libremente tras pactarlo previamente entre ambos sin ninguna presión ni amenazas.
El jugador insistió en que la mujer accedió libre y conscientemente y que las relaciones sexuales fueron “consentidas por ambos”. Los dos pactaron que él regresaría al reservado primero y después lo haría ella minutos después para no levantar sospechas.
La defensa de Alves intentó validar sus palabras con las grabaciones de la discoteca, que “entran en conflicto y contradicción con la descripción que hace la denunciante”. El problema para Alves es que las múltiples versiones que ha dado estos meses merman su credibilidad.