El Gobierno nacional postulará a la Argentina para albergar los partidos de la fase de grupos de la Copa del Mundo de Fútbol 2030 pero, en octubre, la FIFA designó a España, Portugal y Marruecos como sedes del campeonato y no será fácil la tarea para que la cita mundialista se lleve a cabo en el país.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció la postulación de Argentina para ser sede de todos los partidos de la fase de grupos del Mundial de 2030 que, en octubre del año pasado, la Federación Internacional de Fútbol Asociado solo le había dado tres juegos inaugurales a Argentina, Uruguay y Paraguay en conmemoración de la primera cita mundialista que se disputó en 1930 en Montevideo.
Fue el Consejo de la FIFA que, el pasado 4 de octubre, aprobó la realización de estos tres encuentros en Latinoamérica pero, a su vez, decidió por consenso la acreditación de la candidatura tripartita euroafricana como la única con registro en el proceso de selección de 2030. Solamente queda que el Congreso de la FIFA de este año formalice la obtención definitiva de la sede mundialista por parte de España, Portugal y Marruecos.
Tal es así que, en su página web, el ente madre del fútbol mundial informa que “sujeto a un proceso de licitación exitoso llevado a cabo por la administración de la FIFA, su informe de evaluación al Consejo de la FIFA y una decisión del Congreso de la FIFA, Marruecos, Portugal y España serán los anfitriones del torneo”.
Además, la FIFA confirmó las fechas en las que se disputará y destacó que el sábado 8 y domingo 9 de junio de 2030 serán los partidos inaugurales en Argentina, Uruguay y Paraguay. Luego, la Copa del Mundo seguirá su rumbo en Europa y África finalizando el 21 de julio.
A las determinaciones que se tomaron en el Congreso de la FIFA, se suma el conflicto diplomático que está teniendo Argentina con España, uno de los países organizadores y que posiblemente albergue la final del certamen mundialista, y la relación pareciese ser que no amenizará en el corto plazo complicando la idea del Gobierno nacional de modificar los planes del ente para lo que será el Mundial de 2030.
Con este panorama, más allá de los incesantes esfuerzos que pueda realizar la Argentina y la Secretaría General de la Presidencia a cargo de Karina Milei, es muy difícil que se pueda realizar un cambio de sede para lo que será la edición número 24 de las Copas del Mundo pero, aun así, hay dos factores en los que el Gobierno puede prender una luz de esperanza.
Los dos factores con los que el Gobierno nacional se puede ilusionar.
El primero es la reunión que tuvo el Presidente de la Nación, Javier Milei, con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para exponerle el proyecto del espacio libertario para impulsar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol local. En esta reunión que tuvo lugar a principio de mes en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei, también estuvo presente.
Justamente, tras el anuncio del vocero presidencial de que la Argentina se postulará para albergar la fase de grupos de dicha competición, se confirmó la autorización a la Secretaría General de la Presidencia a firmar los documentos que constituyen las garantías gubernamentales necesarias para respaldar la candidatura de la Argentina como sede de la cita mundialista que se disputará en 2030. Esta medida se tomó mediante el Decreto 430/2024 del Boletín Oficial.
El otro factor en el que se puede apoyar el Gobierno es el antecedente de la elección de la sede en la Copa del Mundo de 1986. En primer lugar, Colombia había sido designada como la anfitriona del certamen pero, en 1982, renunció a su calidad de organizador debido a que el entonces presidente Belisario Betancourt declaró que era imposible cumplir las exigencias que había impuesto la FIFA.
Tras la renuncia de Colombia, el 20 de mayo de 1983 el Comité Ejecutivo de la FIFA en Suecia decidió de manera unánime que México sea el organizador de la cita mundialista que terminaría conquistando la Selección argentina de la mano de Diego Armando Maradona.