Los alegatos en el juicio oral contra cuatro policías bonaerenses por la Masacre de San Miguel del Monte comenzaron hoy.
Los cuatro efectivos que están en el banquillo de los acusados son: Rubén Alberto García, Leandro Ecilape, Mariano Ibáñez y Manuel Monreal, quienes están acusados por los crímenes de Aníbal Suárez, Danilo Sansone, Camila López y Gonzalo Domínguez, así como también de las lesiones a Rocío Quagliarello.
Luego de que se escuchen los pedidos de sentencia de ambas partes, mañana miércoles el jurado popular integrado por 12 personas, definirá si declara culpables o no a los policías por los delitos de “homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego y violación de los deberes de funcionario público”.
Si son encontrados culpables, el Tribunal tendrá que dar a conocer la pena que recibirán los cuatro efectivos.
Este lunes se llevó a cabo la última audiencia declaratoria y en esta ocasión dos de los policías, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez, aceptaron dar testimonio frente a la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de La Plata, Carolina Crispiani.
“Ese día entró un llamado por un supuesto robo y pedían un móvil para constatar. Pasaron 15 minutos y no teníamos novedades, así que Ibáñez me dijo de ir a revisar la zona. Nos encontramos con el móvil de García y Ecilape en la zona de Costanera y nos pidieron apoyo para identificar un vehículo. Dimos la vuelta en U, divisamos un auto que aceleró muy fuerte y se dio a la fuga”, comenzó su relato Monreal.
Luego, sostuvo que se bajó del patrullero, enfundó el arma y dio la voz de ´alto policía´: “No sé si me escucharon. El Fiat 147, haciendo caso omiso a mi alerta, me quiso matar. Intenté tirarme para atrás y efectué dos disparos hacia las ruedas. Jamás quise lastimar a alguien y lamento lo que pasó”.
Ante esta confirmación, el oficial manifestó que, tras el choque del auto, “quedó en shock” y “muy consternado”: “No me quedaban más elementos que disparar. Fue la decisión que tomé. Quise inhabilitar una rueda. Se le dio la voz de alto y no hizo caso. Ahora sé que el proyectil mío lo tiene una de las víctimas, creo que es Domínguez”.
Monreal había pedido salir de la sala el día que la madre de Gonzalo Domínguez declaró. Luego, tomó la palabra el policía Ibáñez, quién relató cómo sucedió el trágico hecho: el oficial manejaba el patrullero en cuestión.
“Escuché a un ayudante de guardia que pidió un móvil. Fuimos con Monreal de acompañante y la oficial Bianco en la parte de atrás. Iba manejando en dirección para la Costanera y, cuando me pidieron apoyo, vi que venía el Fiat. Puse el móvil mirando para Ruta 3 e hice un cerrojo policial que me enseñaron en la escuela de Policía para cortar la vía de escape”, destacó.
Como Monreal, Ibáñez también tuvo un testimonio similar: “Los cruzamos y se dieron a la fuga con el auto. Cuando venían hacia mí, frené y vi que estaban a 50 metros. Se bajó Monreal, los quiso detener y vi que nos querían chocar. Atiné a atajarme, pensé que me iba a chocar a mí”.
Además, remarcó que nunca se bajó del móvil: “Mi trabajo fue hacer un cerrojo y nada más. No vi a Monreal disparar. Escuché cuatro explosiones, en ese momento, tenía mucho cagazo. Vi que levantó la mano, pero no si había sacado el arma”.
En las últimas audiencias, varios testigos revelaron que vieron al patrullero perseguir a los jóvenes y disparar varias veces contra el Fiat 147: “Precisamente fueron tres estruendos y el silbido de una bala. Se levantó mucha tierra alrededor al camión después del choque. Estaba dormido. Cuando corro la cortina veo un cuerpo al lado, entre toda la tierra”, señaló Héctor Mensi, chofer del camión cuyo acoplado fue impactado por el auto.
“En esa situación escuché a alguien gritar ´quédate quieto, quédate quieto´ y dos disparos más. Me bajé del camión y me fui hacia la trompa para refugiarme. Pude ver que había un cuerpo atrás de la tracción del camión. Escuchaba los gritos de una chica pidiendo auxilio”, sostuvo el hombre.
Sumado al crudo testimonio de Mensi, vecinos de la ciudad relataron haber visto cómo los efectivos realizaban disparos contra el auto: “Después del fuerte estruendo del choque, veo bajarse al conductor de un móvil policial en posición de tiro con un arma de fuego en la mano. Pierdo de vista al conductor y escuchó una detonación de un arma de fuego”.