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miércoles, diciembre 11, 2024
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Colegio Los Aromos| Las habilidades blandas en la escuela: un aprendizaje que los hace fuertes para el futuro

En el marco de proyectos anuales, los estudiantes de nivel secundario aplicaron este tipo de destrezas vinculadas al liderazgo, gestión de las emociones e interacciones sociales.

Por estudiantes de 6to año de Nivel Secundario Los Aromos

Seguramente más de una vez has escuchado el término “soft skill”, tanto en el mundo laboral como en la vida diaria. Y es que sí, las habilidades blandas nos acompañan día a día y nos han ayudado a fundamentar nuestras relaciones. Pero, ¿qué son las habilidades blandas? Están relacionadas a un conjunto de habilidades sociales, inteligencia emocional e incluso la propia ética que mueve nuestros actos, entre otras. Estas definen a una persona en su forma de relacionarse y convivir con el entorno. A diferencia de las “hard skills”, son incuantificables, ya que no poseemos la capacidad de medirlas empíricamente.

Como se ha mencionado con anterioridad, el mundo laboral busca incansablemente el componente de la comunicación en el próximo empleado. Recurren a situaciones hipotéticas y preguntas sobre competencias blandas en pos de averiguar la capacidad resolutiva de quien demanda el trabajo. Universidades como la UAI (Universidad Abierta Interamericana), UTN (Universidad Tecnológica Nacional) o San Andrés, solicitan un óptimo crecimiento en las habilidades suaves para sus estudiantes, debido al hecho que son imprescindibles en todos los campos.

¿Cuáles son las habilidades blandas más buscadas?

  • Comunicación y escucha activa: es fundamental que un líder disponga de una correcta comunicación, a su vez, que pueda escuchar al compañero y entender su posición.
    Trabajo en equipo: “la unión hace la fuerza”, está frase icónica de Homero ejemplifica perfectamente este punto. Los miembros de un equipo en su totalidad deben estar dispuestos a dejar el individualismo para alcanzar un objetivo, en muchos casos dejando de lado sus intereses particulares.
  • Flexibilidad: se la define como la capacidad de adaptarse a cambios y mantener el temple.
    Negociación: la facultad de llegar a un acuerdo entre dos partes, clave en las relaciones interpersonales.
  • Toma de decisiones: predominan en el mundo laboral y en la vida rutinaria, muchas veces sin conciencia sobre lo decidido. El hecho de comer una fruta o tomar agua es una decisión. Pero en un equipo es necesario que las personas puedan tomar resoluciones.
    Gestión de tiempo: contempla la administración y decisión sobre nuestro tiempo y espacio.

¿Cómo desarrollamos estas habilidades? Amplificar una habilidad lleva esfuerzo, tiempo, disciplina y ensayos sobre los errores. Un líder no es quien vocifera órdenes y demanda hechos, no es quien busca que el prójimo realice lo que uno desea. El liderazgo está cimentado en la comunicación e interacción. Un gran líder extiende su poder y delega tareas a sus pares, se aparta cuando es necesario y otorga su lugar cuando se amerite, muchas veces sabiendo que su rol ha sido cumplido y otro sujeto debe ocuparlo, ya sea por sus capacidades, compromiso o habilidades.

De esta manera, evolucionamos como sociedad. Y al mismo tiempo, extendemos nuestras habilidades blandas. Podemos afirmar que el individuo es un reflejo nuestro, donde podemos ver el propio crecimiento intrapersonal.

En primera persona

En su paso por el nivel secundario, los alumnos comentaron como estos conceptos teóricos potenciaron sus experiencias de proyectos, como la participación en ONU, la organización de los esquemas en la Fiesta del Deporte o las exposiciones orales dadas a lo largo de su trayectoria académica, entre otras.

Iara Viroche reseñó de manera positiva la puesta en práctica de la propuesta. “Mi experiencia con las habilidades blandas, fueron siempre muy útiles y agradables. Ya que, al no ser habilidades técnicas, sino referentes del trabajo en equipo y comunicación, me ayudan siempre a tener un criterio creativo, resolutivo y solidario para con mis pares. Considero a las habilidades blandas como herramientas fundamentales para el descarte de egoísmo y rivalidad entre diversos grupos sociales, lo que nos ayuda madurar de forma más solidaria, fraternal y responsable”, definió.

Blas Millán, se refirió a la aplicación de la enriquecedora experiencia: “Insto a participar activamente en todas las actividades que nos permitan desarrollar nuestras soft skills, es enriquecedor para todas las partes. Personalmente, he tenido la oportunidad de usar activamente este espectro de habilidades.”

Serena Demates, por su parte, expresó: “Estas habilidades son importantes para la toma de decisiones y ser conscientes en el actuar diario. Aunque se trate de decisiones con consecuencias positivas o negativas, tienen siempre una repercusión.”

Candela Schnal, agregó: “En general, me ayudaron para entenderme a mí misma y, a raíz de eso, hacerles un bien a los demás.” Otra de las alumnas, Faustina Demates, manifestó: “Me ayudó a expandir mi creatividad, explorando nuevas ramas del arte y la escritura.” Agustina Díaz, en tanto, dijo: “Yo desde mi experiencia soy Autoridad de una organización juvenil (“Megáforo”) que impulsa a los jóvenes a aprender a utilizar estas herramientas, mediante artículos de opinión de cultura general, entrevistas y el propio trabajo en equipo. Esto amerita la continuación de estas actividades realizadas por nosotros mismos, lo que logra darnos experiencias al aplicar estas habilidades, tomando decisiones en conjunto y debatiendo en grupo”.

Desde nuestra parte, encomendamos a la comunidad educativa a fortalecer las habilidades suaves. Suscitamos a la formación de nuevos líderes capaces de ser un pilar en nuestra sociedad. Es menester para todos.