Se trata de Leila Daleffe, a quien desde enero de este año, le empezaron a cobrar 40 mil pesos por mes y comenzó a vivir un calvario.
La estafa de la que fueron víctimas ella y su marido se desató por la venta de una mesa. Delincuentes hackearon sus cuentas bancarias y sacaron créditos con un solo click. Si bien la mujer hizo la denuncia, se presentó a mediaciones y tiene un abogado, hasta ahora, nueve meses después, sigue pagando por algo que no le corresponde.
Todo comenzó con una publicación en Marketplace, donde ofrecía una mesa por $10.000. El domingo 17 de enero, una persona comentó que estaba interesada, siguieron la charla por privado donde le dio los datos para que haga la transferencia. Hasta ese momento iba todo normal, pero una llamada telefónica fue el punto de partida del vía crucis que Leila transita hasta hoy.
De esta manera, el supuesto comprador le mandó un comprobante trucho donde le decía que le había transferido $100.000, mucho más de lo que Leila pedía por su mesa. A los pocos minutos la llamó llorando porque se había equivocado en el monto.
“La verdad es que le creí por eso no entré a mi cuenta bancaria para verificarlo. Fue todo muy raro. Las cuentas fueron bloqueadas, y más tarde me llamaron para decirme que eran del banco para solucionarlos y les di los datos. Pero también era mentira. Con esos datos sacaron dos créditos, uno de ellos lo sigo pagando hasta hoy”, contó.
Con esa información, el delincuente ingresó a la cuenta sueldo del Banco Nación de Leila, donde sacó un crédito de $600.000, y a otra del Banco Patagonia que tiene en común con su esposo, donde sacó $200.000. “La gente del Patagonia se portó muy bien y actuó rápido, reconocieron todo y el problema quedó solucionado, pero los del Nación nada que ver. Tuve que poner un abogado y nadie me puede explicar cómo le dieron un crédito a una persona sin acreditar la identidad”, dijo Leila.
Al día siguiente, policías de ciberdelito identificaron que la estafa venía de presos alojados en cárceles de Córdoba. “Transfirieron toda la plata a 15 cuentas distintas”.
A pesar de esto, “el banco Nación se niega a devolverme lo que es mío. No reconocen que fui estafada y que en realidad el error es de ellos, porque le otorgaron un crédito a un delincuente con un sólo click”.
Todos los meses le descuentan $40.000 a la mujer. El crédito fue sacado en 36 cuotas, y si no le solucionan el problema va terminar pagando más de $1 millón que nunca pidió prestados.