El técnico argentino agredió a un árbitro en el fútbol uruguayo con insultos racistas, tras la expulsión de uno de sus futbolistas. Hoy los dirigentes del club definen su futuro.
La nueva aventura de Ricardo Caruso Lombardi en el fútbol podría llegar a su fin en las próximas horas, ya que el entrenador argentino puso su renuncia a disposición en Miramar Misiones tras el escándalo que protagonizó durante la derrota ante Liverpool por 2-1, como visitante, en el marco de la fecha 13 del Torneo Apertura de Uruguay. Al argentino lo presentaron el pasado 8 de abril con la ilusión de realizar una buena campaña, pero no todo salió como esperaban.
Caruso, conocido jugar al límite con sus declaraciones, se dirigió hacia árbitro Javier Freres luego de la expulsión de su segundo futbolista con insultos racistas. Le pidió enérgicamente que revise la jugada en el VAR (pese a que cuando son dos amonestaciones la tecnología no puede intervenir) y le tiró: “Ni foul fue. Jetón. Negro de mier… Mirá el VAR”.
A raíz de esta delicada situación, que terminó con otra tarjeta roja, esta vez para Caruso, la mesa chica de Miramar Misiones se reunirá este martes con el cuerpo técnico para definir el futuro de la institución que preside el venezolano Gustavo Parra, dueño de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD). “Vamos a escuchar su descargo. No estoy de acuerdo con lo que dijo. No me representa ni al club. Miramar tiene que mejorar deportivamente para salir de donde esta. Yo lo presenté para traerlo, me había parecido una alternativa buena. Se arrepintió automáticamente”, explicó el dirigente Edgardo Lasalvia en diálogo con Minuto 1 – Carve Deportiva.