Se trata del primer proyecto de “Eco-Arco Bahía Blanca, Estufas Sociales Isleñas”.
Una innovadora iniciativa de un investigador del Centro de Recursos Renovables de la Zona Semiárida de la Universidad Nacional del Sur (CERZOS UNS – CONICET) que sumó a su idea a una pyme, permitió que siete familias vulnerables de Bahía Blanca cuenten gratuitamente con calefacción e incluso puedan cocinar, con unas estufas especiales, que permiten aprovechar las ramas de los árboles caídos por el trágico temporal del 16 de diciembre pasado.
Se trata del primer proyecto de “Eco-Arco Bahía Blanca, Estufas Sociales Isleñas”, llevado a cabo por el biólogo Pablo Postemsky y el ingeniero Pablo Kulbaba, que se basó en una propuesta desarrollada en el Delta del Tigre.
Las estufas son ecológicas, baratas y, además, fueron construidas de forma comunitaria por voluntarios, con aportes logísticos o económicos de diferentes actores. Para el proyecto se recibieron donaciones de particulares, de empresas, del municipio, de la UNS, del CONICET y de la Facultad Regional de la Universidad Tecnológica Nacional.
“Transformar la poda urbana en energía sostenible es parte del objetivo”, subrayó Postemsky en un comunicado de la UNS, y aseguró: “La UNS, el CONICET, y la UTN se comprometieron a transferir los conocimientos, brindar su tecnología para profundizar el impacto social, sumar pasantes y articular con todos los actores para llevar adelante esta iniciativa”.