Luego de ser condenado, el cirujano Aníbal Lotocki, seguía atendiendo pacientes en su casa.
“Nunca estuvo autorizado para ser cirujano”, aseguró Roberto Casorla Yalet, abogado que denunció al cirujano Aníbal Lotocki por ejercicio ilegal de la medicina.
El letrado explicó en “A la Barbarossa” que Aníbal Lotocki “tiene una matrícula nacional que solo le permitía realizar actividad médica no quirúrgica”. Por lo que “nunca estuvo autorizado para ser cirujano” ya que “tenía que hacer una serie de residencias y trámites para lograr la autorización”.
Además se pudo comprobar que Lotocki, aún estando condenado, continuó realizando intervenciones en su domicilio.
Como si fuera poco, agentes de la Dirección General de Aduanas (DGA) incautaron en la frontera con Paraguay productos que se utilizan en tratamientos estéticos. Los mismos carecían de las certificaciones aduaneros y sanitarios.
Quien era el remitente de ese paquete era Diego Lotocki, que “sería el hermano de Aníbal Lotocki”.