Luego de tropezar con la piedra de Intense Live, San Nicolás se encontró ahora con un nuevo engaño: Generación Zoe. Tras el pedido de captura internacional de Leonardo Cositorto –líder de la firma que enfrenta cargos por estafas– la sucursal de San Nicolás desapareció en cuestión de horas.
Carolina Mitriani
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Un escándalo internacional se desató cuando la Interpol emitió una alerta de mundial contra Leonardo Cositorto, empresario que lidera la organización «Generación Zoe», un sistema piramidal acusado de estafas. Su expansión abarca a damnificados, figurados como socios inversionistas, en múltiples lugares, siendo Villa María (Córdoba) uno de los principales denunciantes contra su CEO y equipo.
En San Nicolás esta organización comenzó a funcionar en una oficina física ubicada en 25 de Mayo 43, en pleno microcentro. Permanecieron en esa sede hasta que estalló a nivel nacional el pedido de captura de Cositorto. A partir de esto, el día viernes 18 de febrero comenzaron la salida del espacio y el domingo quedó completamente vacío, sin haber dejado ni un folleto, eliminando hasta las letras corpóreas que indicaban en el frente el nombre de la “Universidad del Coaching”. En el espacio solo quedaron algunos residuos de la mudanza y el aire acondicionado nuevo, que apenas fue utilizado unos días. Se cree que, como su líder, pueden haber huido del país.
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Montaje
EL NORTE pudo saber que en una primera instancia se abocaban al ofrecimiento de una “Universidad Inteligente”, en la que ofrecían cursos online de disciplinas como el coaching. También avanzaron en ampliar la cartilla a temas más económicos, como el trading y el manejo de la criptomoneda que auspiciaban como propia: «Zoe Cash». Su plano de trabajo habría sido de tenor regional, no solo abarcando a la ciudad de San Nicolás y las delegaciones sino también a otros distritos como Ramallo, donde habría estado promocionando los servicios.
Algunos de sus operadores locales, jóvenes en su mayoría, se exhibían en el local usando accesorios de altos valores –o aparentes– como oro, ostentando el nivel social al que ofrecían acceso a sus asociados financieros. Otro detalle que se desprende de su accionar es la carencia de una caja registradora de dinero físico en el lugar; solo realizaban transacciones virtuales o no concretaban pagos en su local del centro de la ciudad. Su seguridad era apenas una instalación sencilla de rejas y una linga, expresando que no manejaban sumas importantes de capitales en el lugar. Tampoco dictaban allí los cursos, solo su auspicio.
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Algunos ofrecimientos de «Generación Zoe» en San Nicolás se enmarcaban en clases de un costo mensual de $1500 y otros pasaban por los U$S 1500 anuales, ofreciendo generar ganancias porcentuales con el paso del tiempo, si llegaban más alumnos. En lo netamente financiero, una de las posibilidades estaba en ingresar al sistema con U$S 500 y solicitar que se sumen otras cinco personas por el mismo monto, a fin de recibir una suerte de comisión.
Una de las características de esta empresa está delineada en el acompañamiento comercial a entidades y equipos deportivos alrededor del mundo, algo que también se repite en San Nicolás, donde aparecen como auspiciantes en la indumentaria de un importante equipo de básquet.
Estafas anunciadas
Agustín Romiti, graduado en Ciencias Económicas y magíster en Finanzas (UNR) y consultor en finanzas avalado por la CNV, explicó en diálogo con «Pila y 1/2» (Radio U) que este tipo de sistemas es históricamente fraudulento. “Los esquemas Ponzi son muy viejos, vienen desde hace dos siglos. Las personas siguen entrando y terminan todos de esta manera, a la larga, mal. Porque consisten en estructuras que desde lo financiero son totalmente inviables”.
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El nicoleño experto en finanzas retrató que es muy sencillo identificar cuándo se está peligrando la posibilidad de ser estafado, porque las características se repiten. “En principio, te ofrecen rentabilidad en dólares, que son muy superiores a las que cualquier inversionista puede tener en el mercado de capitales, muy exageradas”, retrató Romiti, quien ejemplificó que el índice bursátil más grande del mundo en el último año, con un gran rendimiento, estuvo en un 25% anual; mientras que en «Generación Zoe» se ofrecen ganancias que llegan al 150%, 300% y hasta el 900%.
Otro detalle está en la obligación de captar a “referidos”, cuando se solicita al ingresante la incorporación de otras personas a la estructura. Además, Agustín Romiti explicó que estos esquemas de estafas “no se encuentran regulados por organismos de contralor. En el caso de Argentina, en materia de asesoramiento de inversiones, el órgano que controla es la Comisión Nacional de Valores. Cada persona que brinda asesoramiento y toda empresa que cotiza en algún mercado tienen que estar autorizada y regulada por la CNV”. Por otra parte, al ser instituciones sin respaldo, no se suelen estructurar mediante un formato legal compatible con la Ley General de Sociedades, como puede ser una sociedad anónima o SRL.
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“Algunos de estos requisitos, si se cumplen, indican que hablamos de por lo menos algo irregular”, refirió el consultor financiero, quien entiende que esto solo se frenará a partir de la instrucción básica de las personas que quieran acceder a inversiones, con asesoramiento en finanzas personales por parte de profesionales de la CNV.
Sin trucos mágicos
Romiti insiste en que es esencial entender que para generar ganancias no existen atajos ni soluciones mágicas: “Uno tiene que ahorrar e invertir bien y como mucho puede tener en un muy buen año un 25% o 20% de crecimiento. Pero aparecen los estafadores con este 138% y la persona se ve entusiasmada de entrar en una piramidal”.
Aun con muchas señales de alerta, el sistema de fraude continúa siendo exitoso para los delincuentes. “Como asesor, uno debe estar constantemente advirtiendo. Recibo muchas consultas y a veces me entero de que esas personas terminan entrando”.
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En esto tiene mucho que ver la seducción que generan al captar seguidores. “Tienen una estructura casi de evangelización. A las personas les ponen un discurso motivacional muy fuerte: prometen que te vas a hacer millonario, que te vas a hacer parte de una organización, te proponen una meta en la vida y a algunos les cuesta muchísimo desarraigarse de eso. Es muy difícil que procesen dónde están metidos; es como quien entra en una secta”, explicó el profesional de economía.