Los reiterados destrozos en los establecimientos educativos, en muchos casos solo con ánimo de provocar daños, ponen en alerta a la comunidad educativa. Ante la imposibilidad de robar elementos, los vándalos optan por destruir lo que encuentran. Malena Albert, presidenta de Consejo Escolar, dio detalles de los hechos y expresó su preocupación por la situación, a pocos días del inicio de clases.
De la redacción de El Norte
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En una escalada que parece no dar tregua, sujetos por ahora desconocidos destruyeron y robaron distintos elementos y mobiliarios en al menos siete establecimientos educativos de la ciudad.
Los hechos se desarrollaron sin solución de continuidad en siete establecimientos educacionales de la ciudad que sufrieron robos, destrozos e innumerables actos de vandalismo. Rompieron muebles y robaron distintos elementos del tipo de los que son utilizados habitualmente en las aulas y hasta balearon un tanque de agua.
Quizás lo más penoso del relato sea que muy probablemente los ahora vándalos hayan podido ser alguna vez alumnos de cada uno de los establecimientos atacados y que sus hijos, en algunos casos, también lo sean.
La presidenta del Consejo Escolar, Malena Albert, dialogó con el diario EL NORTE y mostró su preocupación por la seguidilla de hechos violentos que comenzó a tomar forma el domingo en primer lugar en la Escuela Primaria Nº 47 Juan Manuel de Rosas, de Bº Ginés García. Allí ingresaron durante la noche y robaron herramientas y caños de agua y gas, porque, según nos manifiesta Albert, esa escuela está en obras de remodelación. Afortunadamente el compromiso de un vecino que dio aviso a la policía permitió actuar con rapidez y se recuperó todo lo robado.
Al día siguiente entraron a la Escuela Primaria Nº 34 Fray Luis Beltrán, ubicada en las calles Congreso y Del Pozo de Bº 9 de Julio, allí no llegaron a robaron nada pero rompieron y destrozaron todo generando importantes gastos para su reparación.
Continuó la escalada en la Escuela Nº 29, en calle Roca de Bº Savio. En ese lugar entraron, hicieron numerosos destrozos, robaron cables, rompieron armarios, abrieron y se llevaron distintas mercaderías, destrozaron puertas y ventanas, vandalizaron todo lo que pudieron, todo lo imaginable.
Más episodios
Después el blanco elegido fue el Jardín Nº 902 de calles Illia y Gerónimo Costa, donde sustrajeron una bomba de agua y destruyeron caños.
Luego fue el turno del Jardín Nº 918 de Bº San Martín, allí hicieron un pozo, cavaron y rompieron toda la parte eléctrica, quisieron llevarse caños y dañaron todo a su paso.
También la Escuela N° 45 sufrió uno de los hechos más impactantes, ya que al no poder ingresar tirotearon el tanque de agua y prendieron fuego los caños.
Y como si esto fuera poco, ayer se conoció el último hecho cuando fueron anoticiados de que sujetos ignorados entraron a la Escuela Nº 43 que está pegada al Jardín de San Martín y robaron cables subterráneos.
En los últimos dos meses, más de 15 escuelas fueron atacadas. A esa penosa lista se suman los establecimientos N° 39 de B° Sironi, 33 de B° Colombini y 46 de B° Las Mellizas en las que se robaron los cables y reflectores recientemente colocados y en esta última también balearon el tanque de agua.
“Es un robo detrás de otro que genera un gasto muy grande para reponer y reparar”, se quejó la presidenta del Consejo. Dijo también que cada escuela hizo la denuncia pertinente en el destacamento que le tocó y cada una de esas denuncias fueron efectuadas con el pedido de mayor monitoreo y más presencia policial.
Manifestó además que les llama la atención, por ejemplo, que el Jardín 902 está en un lugar muy concurrido, muy “a la vista” porque tiene tránsito permanente en la Avda. Illia y, sin embargo, esto no frenó a los delincuentes.
“Estamos muy preocupados, los hechos delictivos no nos dan respiro” concluyó Malena Albert.