Con el oficialismo amenazando con que tenía los votos necesarios para suspenderlas y en medio de un creciente incremento de los casos de COVID-19, el bloque opositor aceptó prorrogar el calendario electoral. Pidió incluir una cláusula que asegure que las primarias se llevarán cabo.
Los tiempos se aceleraron. El incremento de los casos de contagios de COVID-19 y la certeza de que el oficialismo no necesitaba de sus votos para poder modificar el calendario electoral fueron razones suficientes para que el interbloque de Juntos por el Cambio decidiera apoyar el pedido del Gobierno y acompañar un aplazamiento de las PASO y de las elecciones de medio término.
La noticia tomó a muchos de sorpresa porque en una primera instancia la mesa del interbloque de la Cámara de Diputados conformada por el radical Mario Negri, Cristian Ritondo (PRO) y Juan Manuel López (CC-ARI) habían definido no hacer ningún movimiento hasta que la Corte Suprema se expida en la discusión sobre la presencialidad que mantienen la ciudad de Buenos Aires y la Nación.
Sin embargo, la realidad se volvió dinámica y los legisladores hicieron saber que acompañarán el pedido que les había hecho llegar el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el presidente del bloque oficialista, Máximo Kirchner, cuyo único propósito es el de retrasar un mes el cronograma electoral para la realización de la elección PASO el 12 septiembre y la elección general el 14 de noviembre, entendiendo que dicho aplazamiento contribuirá a la organización del proceso electoral en pandemia.
El comunicado
“Desde JxC reafirmamos nuestro interés en contribuir a la mejor gestión de la pandemia y, a la vez, respetar las normas electorales vigentes con la garantía de las elecciones primarias que hoy consagra la ley. Es por ello que acompañaremos el corrimiento del cronograma y, además, solicitamos al oficialismo la inclusión de una cláusula que reasegure el compromiso del Gobierno Nacional con el respeto de la legislación electoral vigente”, explicaron mediante un comunicado.
La cláusula a la que hacen referencia, y que quieren que esté en el proyecto a sancionarse en el Congreso Nacional, señala que “la presente ley no podrá ser modificada ni derogada durante el año calendario en curso en tanto regula un derecho subjetivo de los partidos políticos, instituciones fundamentales del sistema democrático, a elegir sus candidatos a los cargos electivos previstos en la Constitución Nacional.”
La noticia también debe haber molestado a muchos legisladores del bloque de Juntos por el Cambio que se mostraban contrarios a una medida de este tipo asegurando que no había relación entre las elecciones, la pandemia y los contagios y que esto solo servía para que el oficialismo llegara mejor a las urnas.
Además, en los últimos días también muchos legisladores de los considerados “duros” del bloque opositor habían señalado que negociar en el momento de mayor tensión con el oficialismo era un fuerte signo de debilidad.
Sin embargo, y como explicó un conocedor del movimiento interno del interbloque, esos legisladores “duros” parecía que habían perdido de vista que el Frente de Todos había sumado a varios de los otros bloques de la oposición y que eso le había bajado el precio a los votos de Juntos por el Cambio. “Si quieren, no solo que tienen la capacidad de posponer las elecciones sino que hasta tienen los votos para que este año no se realicen las PASO. No lo hacen porque Máximo Kirchner lo frenó”, explicó.
La línea del jefe del bloque de diputados del Frente de Todos era la de Alberto Fernández, quien había dado la orden de lograr el mayor consenso posible en la medida.
En el comunicado que salió de Juntos por el Cambio los legisladores señalan: “Siempre sostuvimos que las reglas de juego y su previsibilidad deben contar con amplios consensos y son sagradas para la democracia”. Además, volvieron a pedir por algo que el ministro del Interior ya les había adelantado que no iban a aceptar: boleta única y el voto adelantado para argentinos en el exterior.