El hombre con aparente trastorno psiquiátrico cuyas imágenes realizando exhibiciones obscenas en un complejo deportivo se viralizaran, fue liberado sin que se le hicieran los estudios ordenados por la justicia para determinar su salud mental. Había sido detenido ayer solo por ocasionar disturbios porque las exhibiciones no habían sido denunciadas.
De la redacción de EL NORTE
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El Juzgado de Familia había ordenado que fuese evaluada la salud mental de Alejandro Molina. El hombre, con aparentes trastornos psicológicos, había sido aprehendido ayer por ocasionar disturbios en la vía pública. Horas antes el mismo sujeto había sido registrado por las cámaras exhibiendo sus genitales en un complejo deportivo, pero el hecho no fue denunciado. La fiscalía en turno dio intervención al Juzgado de Familia que ordenó evaluar su salud mental. Horas después fue liberado sin que se le realizaran los exámenes correspondientes y fue visto nuevamente deambulando por calles céntricas.
El hombre, con aparentes trastornos psicológicos, había sido aprehendido este miércoles en inmediaciones de calles Mitre y Sarmiento por ocasionar disturbios en la vía pública y alojado en la Comisaría Primera. La fiscalía en turno presumiendo que podía tratarse de una persona con alteraciones psiquiátrica dio intervención al juzgado de familia correspondiente que es el Nº 2 y éste ordenó que fuera evaluada la salud mental de la persona aprehendida para establecer los pasos a seguir. Por el primero de los hechos no se registraron denuncias por lo que la UFI Nº 3 no encontró elementos para solicitar la detención y el hombre fue liberado luego de que se confeccionara un acta de procedimiento por los disturbios, pero sin que se realizara el examen ordenado por la justicia.
Fuentes judiciales intervinientes en diálogo con EL NORTE habían informado: “Por la ley de salud mental se ordenó que lo llevaran al hospital San Felipe para evaluar. Los pasos que se siguen en todos los casos de este tipo es ordenar que sean evaluados por un equipo interdisciplinario integrado por psiquiatras y médicos clínicos para ver si la persona está o no enferma, si lo está hay que evaluar si requiere internación, si es peligroso para sí o para terceros. Después, si corresponde internarlo hay que ver si tiene obra social o va a una institución del Estado. También debemos tener en cuenta si tienen familia referente y ver cuál es la actitud que asumen. Lo importante es establecer su estado de salud para luego determinar los pasos a seguir”. Lo cierto es que la orden no se cumplió y que Alejandro Molina se encuentra nuevamente deambulando por las calles en posible riesgo para sí y para terceros.