En todo su trayecto bonaerense, según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, hay 17 equipos de medición de velocidad, ocho de los cuales están en jurisdicción de San Nicolás, en un tramo de sólo 35 kilómetros. Se genera así un fuerte contrapunto ante los cuestionamientos de municipios y usuarios por la falta de obras y mantenimiento de la calzada.
De la redacción de EL NORTE
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Cada vez hay más radares en una ruta con visible falta de mantenimiento y señalización. Esa es la situación que afecta a la Ruta 188, cuyos usuarios miraron con asombro cuando, hace unas semanas, se instalaban nuevos equipos de fotomultas en un camino que ni siquiera tiene el pasto de las banquinas bien cortado.
Es que la falta de señalización, vertical y horizontal, sumado al mal estado de la calzada hacen que la arteria se haya convertido en una de las más trágicas de la Región. De hecho, en los últimos 18 meses hubo nueve accidentes fatales que se cobraron 10 vidas, algunos de ellos con fallecidos menores de edad. Eso sin contar los casos de personas que mantienen secuelas, algunas de gravedad, producto de siniestros ocurridos en esta arteria nacional. Por eso, y a pesar de los fuertes reclamos que vienen realizando los municipios y los mismos usuarios, la ruta sumó recientemente radares de control de velocidad, en lugar de los arreglos necesarios para su buena transitabilidad y la seguridad de los vecinos.
Así, los conductores deben no solo esquivar los pozos y tener en cuenta el frezado desparejo de la ruta, sino que deben tener en consideración a los radares que penalizan el tránsito por encima de 60 u 80 kilómetros por hora en una ruta nacional, cuya multa hoy supera el millón de pesos.
Es que sin dudas la radarización implementada busca reducir el riesgo de accidentes, pero lo cierto es que la ubicación de muchos de tales medidores de velocidad levanta la sospecha de tener como fin el solo hecho de recaudar dinero. Un ejemplo de ello es el que se ubica en plena recta de la Ruta Nacional 188 a metros del acceso Rafael Obligado. Allí, la máxima dispuesta es 80 kilómetros por hora. Además de ese, hay otros 16 radares en el trayecto bonaerense de la Ruta Nacional 188. San Nicolás de los Arroyos es el distrito donde mayor cantidad de radares hay ya que suman ocho. La particularidad es que todos están ubicados en menos de 35 kilómetros de distancia, lo que hace realmente complicado transitar por ese sector. Dos se ubican en el kilómetro 5,2; otro está instalado en el kilómetro 8,6 y los restantes en los kilómetros 9,8; 23,9; 24,8; 32,1; y 34,1.
Otros tres se ubican en Junín: dos en el kilómetro 159 (tanto en sentido ascendente como descendente), y el restante en el kilómetro 143,4, sentido ascendente. En Rojas se ubican dos más: ambos a la altura del kilómetro 130,1 y cubre los dos sentidos de circulación. En el municipio de General Villegas hay otros cinco equipos. Dos en el kilómetro 398, uno en el 364 y un cuarto en el 360,5.
Por qué los radares
Desde la Agencia Nacional de Seguridad buscan reducir la cantidad de accidentes en el territorio nacional mediante la promoción, coordinación y seguimiento de las políticas de seguridad vial. Con el propósito de cumplir con dichos fines, la agencia ha elaborado y aprobado el Plan Nacional de Control de Alcoholemia, el Plan Nacional de Control de Velocidad y el Plan Nacional de Controles Específicos; todos ellos aprobados por el Consejo Federal de Seguridad Vial, organismo interjurisdiccional, de carácter permanente, en cuyo ámbito se definen las políticas de seguridad vial de la República Argentina.
Es por eso que se contemplan las particularidades de cada tipo de control, a modo de lograr una operatoria eficiente, planificada y coordinada que permita una correcta fiscalización del tránsito vehicular.
En su Módulo B se establece el modo en que deben ser dispuestos los operativos de fiscalización de velocidad, incluyendo los que utilicen dispositivos automáticos controladores de velocidad de instalación móvil debidamente homologados, en rutas, caminos, autopistas y semiautopistas de jurisdicción nacional. También contempla la cartelería adecuada anunciando los radares y la presencia de dispositivos cinemómetros en corredores viales de jurisdicción nacional. “Su principal función es brindar claridad al señalamiento de los operativos de control de velocidad a efectos de obtener una conducción segura”, explicaron.