La iniciativa tiene como objetivo conservar su licencia para competir a nivel profesional la próxima temporada
El equipo neerlandés Vitesse Arnhem pelea por salvar la licencia del club para permanecer en primera división la próxima temporada y para eso. Los jugadores de la institución donaron sus salarios y llevan recaudado más de un millón de euros.
El Vitesse ha sufrido uno de los golpes más duros de su historia cuando la Federación neerlandesa (KNVB) le ha sancionado con 18 puntos por incumplir las condiciones de su licencia y facilitar información incorrecta a las autoridades y descendió de la máxima categoría por primera vez en 35 años.
Lo cierto es que el club no recurrió la sanción, pero se enfrenta a una carrera contrarreloj para conservar su licencia para competir a nivel profesional la próxima temporada, por lo que tiene plazo hasta la próxima reunión del comité de licencias, el 17 de mayo. Para cumplir ciertos criterios, con unas deudas de 18,9 millones de euros, según la prensa de Países Bajos.
La iniciativa de la donación es con el fin de demostrar que el club tiene un plan para sostener el futuro de la entidad neerlandés: “Por eso hemos decidido sacrificar nuestro sueldo por el club. También esperamos hacer una buena contribución. Vamos por los dos millones “, declaró el capitán del Vitesse, Marco van Ginkel, a la página web del club.
Irregularidades financieras y violaciones de licencias son los cargos que se le imputan al Vitesse. Hace tres décadas que el Vitesse ha estado en manos de dueños rusos y georgianos. Durante la pasada década, el club fue tildado como el ‘Chelsea B’, por su vínculo con el Chelsea y muchos jugadores fueron cedidos.
Justamente, se abrió una investigación sobre una red secreta de cesiones que vinculaban a los clubes durante la era Abramovich. E incluso se llegó a sugerir que el ruso fue quien otorgó los fondos para la compra del club en 2014 por parte de un inversor externo. Hasta hoy el caso no fue resuelto.