Despegó desde su cosmódromo del Extremo Oriente.
Rusia probó el jueves por primera vez su cohete espacial Angara-A5 desde el cosmódromo de Vostochny, en el Extremo Oriente, poniendo con éxito una carga de prueba en órbita baja, como parte de un esfuerzo por desarrollar un nuevo vehículo de lanzamiento postsoviético.
El lanzamiento de prueba del Angara-A5, el primer cohete espacial postsoviético de Rusia, pretendía subrayar la ambición de Moscú de convertirse en una gran potencia espacial y la creciente importancia de Vostochny, situado en los bosques de la región de Amur, en el Extremo Oriente ruso.
Sin embargo, dos lanzamientos del cohete Angara fueron abortados en el último momento, tanto el martes como el miércoles, debido a un fallo en un sistema de presurización y, posteriormente, a un problema en el sistema de control de lanzamiento del motor.
Para alivio de los responsables espaciales rusos, la tercera fue la vencida este jueves, horas antes de que Rusia celebrara el Día del Cosmonauta, que conmemora el día en que, hace 63 años, el soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en el espacio exterior.
“Hay un arranque del motor, el vuelo es normal”, señaló el control de la misión mientras el cohete despegaba hacia el espacio, alcanzando más de 25.000 kilómetros por hora en cuestión de minutos.
La agencia espacial Rusa informó que “los tanques de combustible se desprendieron y, a continuación”, lo hizo “la sección central y se puso en órbita una carga de prueba”.
“El cohete funcionó con normalidad. Con este lanzamiento comenzaron las pruebas de diseño de vuelo del complejo de cohetes espaciales Amur con vehículos de lanzamiento de clase pesada Angara en Vostochny”, comunicó Roscosmos.
El cohete de 54,5 metros (178,81 pies) y tres etapas, con una masa de unas 773 toneladas, puede transportar al espacio unas 24,5 toneladas, según el diario ruso Kommersant.
El Ministerio de Defensa también participa en el proyecto, que, según Moscú, utiliza únicamente componentes rusos y combustible menos perjudicial para el medio ambiente, y sustituirá al Protón M como cohete ruso de carga pesada, en funcionamiento desde mediados de los años sesenta.
Rusia inició el proyecto Angara pocos años después de la desintegración de la Unión Soviética en 1991 como un vehículo de lanzamiento de fabricación propia que garantizaría el acceso al espacio incluso sin el cosmódromo de Baikonur, que Rusia alquila a Kazajistán.
“La creación del complejo de cohetes espaciales Angara (KRK) es una tarea de especial importancia nacional”, declaró Roscosmos.
Y acotó: “La puesta en servicio del Angara permitirá a Rusia lanzar naves espaciales de todo tipo desde su territorio y proporcionará a nuestro país un acceso independiente garantizado al espacio”.
El primer vuelo de prueba de un Angara-A5 tuvo lugar en 2014, y le siguió otro en 2020, ambos desde Plesetsk, en el norte de Rusia.
En 2021 se realizó una prueba parcial que fue un fracaso, concluyó el informe de la agencia de noticias Reuters.