Tiene 39 años (cumple 40 en junio) y un extenso recorrido por el básquet de ascenso en nuestro país. Llegó a Uruguay hace más de 15 años proveniente de Europa, y luego “cruzó el charco”. La rompe con videos en TikTok, donde es un argentino más. Hoy arrancó a entrenar en Belgrano de cara a la Liga Federal.
Belgrano completó su cupo de jugadores mayores con un norteamericano nacionalizado: Howard Wilkerson. El moreno de 1.98 llega para potenciar la zona interna del Rojo, un punto débil del equipo en el último Prefederal.
En la primera práctica de pretemporada, Wilkerson no pasó desapercibido en el club de calle Pellegrini. Es más, ya se metió en el bolsillo a más de uno en su visita al camping el domingo, donde se llevó la primera idea sobre lo que significa la familia belgranense.
Hace muchos años juega en el país, por lo cual el idioma no es barrera. Y su paso por Uruguay le dejó la costumbre del mate y el termo debajo del brazo.
Nació en Eden, una localidad de Carolina del Norte, y su primera salida del país fue rumbo a Europa, donde la experiencia no fue de lo mejor: en Francia le detectaron problemas de presión y no pudo seguir jugando, mientras que en Alemania se rompió los ligamentos. En 2008, lo llamaron desde Uruguay. “No tenía idea que había un país llamado así. Solo me dijeron que era en Sudamérica. No lo busqué ni en Google. Solo quería volver a jugar después de una recuperación tan larga”, contó en su momento, cuando arribó a Danubio.
En el vecino país tuvo destacadas actuaciones, a la vez que su personalidad extrovertida lo hizo adoptar rápidamente la cultura de estos pagos rioplatenses. En nuestro país registró pasos por Atenas de Patagones, Centro Español de Plottier, Gimnasia de La Plata, Ciclista de Junín, Oberá Tenis Club de Misiones, Huracán de Trelew, Sarmiento de Resistencia y Jáchal de San Juan, entre otros.
En la cancha es un interno con muchos fundamentos y jerarquía. Fuera de ella: todo un personaje. Tiene miles de seguidores en TikTok, donde son furor sus videos parodiando las costumbres argentinas y uruguayas (como las diferencias en la preparación del mate), o bailando al ritmo de los temas de moda.