Desde la irrupción de la pandemia en 2020, la producción de acero crudo en plantas siderúrgicas que operan en el país viene experimentando un crecimiento año tras año. Tras el parate de la emergencia sanitaria global, el año más productivo fue 2022, con 5,09 millones de toneladas. En los primeros 11 meses del año pasado las toneladas fueron 4,65 millones. En este 2023, entre enero y fines de noviembre se produjeron 4,59 millones de toneladas.
De la redacción de EL NORTE
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Cuando promediando enero la Cámara Argentina del Acero entregue su habitual reporte mensual con los datos referidos a la producción siderúrgica en diciembre, también se habrá completado la serie anual 2023 con números que describirán el desempeño del sector, vital para el país y, especialmente, para las economías domésticas de San Nicolás, Ramallo y Villa Constitución, cuyo ritmo está fuertemente atravesado por el nivel de actividad existente en las plantas de Ternium y Acindar.
El último reporte mensual de la Cámara tuvo signo negativo: la producción de acero cayó 10 % interanual en noviembre. “La causa de la caída es la falta de acceso a divisas para pagar importación de insumos básicos”, explicaron los industriales siderúrgicos.
Por lo pronto, todo parece indicar que el dato de la producción de 2023 comparado con el de 2022 también podrá ser de signo negativo. Y, de ser así efectivamente, el año que está terminando será el primero sin crecimiento luego del parate de 2020 en medio de la pandemia de coronavirus.
2020 – 2023
Aquel 2020, a partir de la emergencia sanitaria de mediados de marzo, fue naturalmente el año menos productivo de la serie. De los altos hornos y las acerías del país salieron apenas 3,65 millones de toneladas de acero crudo: una estrepitosa caída de 21 puntos porcentuales respecto de lo que se había producido en 2019, que con 4,64 millones de toneladas tampoco había sido de los mejores años para el sector.
Y después, la producción anual fue siempre en ascenso: 4,87 millones de toneladas en 2021 y 5,09 millones de toneladas en 2022.
Ahora bien, a lo largo de 2023 el rebote parece haber llegado a su fin. En los primeros once meses de este año (de enero a noviembre, inclusive) las plantas siderúrgicas que operan en el país produjeron 4,59 millones de toneladas de acero crudo.
En comparación con el mismo periodo del año pasado la caída es del 1,29 %: se habían producido 4,64 millones de toneladas en el periodo enero – noviembre de 2022. Casi un empate técnico, en realidad, aunque también los números muestran que el empuje propio de reactivación pos pandemia parece haberse agotado, hasta niveles más propios de una “normalización”.
A las autoridades
Luego de subrayar que “la causa de la caída [productiva en noviembre] es la falta de acceso a divisas para pagar importación de insumos básicos”, la Cámara Argentina del Acero dirigió un mensaje al actual Gobierno nacional reafirmando “la necesidad de poder avanzar rápidamente en un mecanismo que permita dinamizar el acceso a las divisas para poder normalizar el acceso a los insumos críticos para el proceso productivo”.
“Asimismo, [la Cámara] expresa su preocupación sobre el impacto que puede tener el aumento del impuesto país sobre las exportaciones industriales”, añadió el comunicado, en referencia a una de las primeras medidas de urgencia económica anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo.