La conflictiva relación entre SanCor y el sindicato ATILRA alcanza niveles críticos, amenazando con el colapso operativo de la empresa láctea. Ante el conflicto, SanCor evalúa interrumpir la distribución de productos frescos a partir de la próxima semana, manteniendo solo las líneas de leche en polvo.
La tensión entre la empresa láctea SanCor y el gremio ATILRA ha alcanzado niveles críticos, llevando a la compañía al borde del colapso operativo. Ante la retención de tareas por parte de los trabajadores vinculados al sindicato y la falta de avances en la creación de un fideicomiso que alivie la situación financiera de la empresa. La cúpula de SanCor considera la interrupción de la distribución de productos frescos a partir del miércoles de la próxima semana, dejando solo las líneas de leche en polvo en stock.
El conflicto se agrava debido a las dificultades que enfrenta la empresa para procesar la leche que llega a sus plantas, provocando una disminución significativa en la productividad. Fuentes cercanas al proceso informaron, al medio de comunicación IProfesional, que los trabajadores realizan retenciones de tareas durante seis horas por turno, sin que el sindicato haya establecido una fecha límite para esta medida. Además, se discute la posibilidad de un nuevo paro a gran escala en la primera mitad de noviembre.
ATILRA acusa a los directivos de SanCor de incumplir disposiciones legales, salariales y de aportes, lo que ha llevado a la vertiente de al menos 100,000 litros de leche en las últimas semanas. La producción diaria actual de 700,000 litros contrasta fuertemente con los más de 6 millones de litros procesados en los días de gloria de la empresa.
El comunicado de SanCor
En un comunicado, la directiva de SanCor expresa que la ayuda financiera para la empresa sigue demorada y destaca que las acciones de ATILRA están afectando seriamente la productividad. Afirman que, a pesar de cumplir con todas las exigencias legales, la falta de aportes operativos y económicos por parte del sindicato ha obstaculizado la solución propuesta para garantizar el futuro de la cooperativa.
Despido de trabajadores
La posibilidad de un fideicomiso, revelada tras un dictamen de la Comisión Nacional de Valores, plantea la necesidad de recortar cientos de empleos. La CNV señala que, incluso con la incorporación de todas las unidades operativas, solo se mantendrían 650 empleados, lo que implicaría la desafectación de 899, de los cuales 746 están afiliados a ATILRA. El Banco de Inversión y Comercio Exterior estima que la recuperación de la empresa requeriría recortar más de 1,000 puestos de trabajo, complicando las negociaciones con el gremio movilizado.
