“Más del 99 por ciento de las personas respiran aire nocivo”, asegura la Organización de Naciones Unidas (ONU) a través de un comunicado en la presentación de la primera Plataforma de monitoreo de calidad del aire, actualizada en tiempo real, donde se puede ver cómo está la calidad del aire en cualquier parte del mundo. “La contaminación del aire es el mayor riesgo para la salud ambiental en estos tiempos”, advierte el organismo.
En el ranking de países con mayor contaminación de aire, el Top 3 está liderado por Chad (en África Central), seguido de Irak y luego Pakistán. En este momento, en Argentina, el 39,1% (17.686.834 personas) de la población local experimenta una calidad del aire ambiente que no cumple con la directriz anual de PM2,5 de la OMS. A su vez, indica que el grupo de edad de 20 a 39 años es actualmente el más afectado por la contaminación del aire.
“La exposición puede provocar accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y pulmonares, cáncer y más. El aire contaminado mata a 6,7 millones de personas al año y 2.400 millones de personas están expuestas a niveles peligrosos de contaminación del aire en los hogares”, subrayan desde Naciones Unidas.
El mapa de la contaminación del aire es el banco de datos de calidad del aire en tiempo real que al momento existe y funciona de la siguiente manera: Agrupa datos de calidad del aire en tiempo real para partículas (PM2.5) de miles de iniciativas dirigidas por más de 130 países, regiones y territorios. Cuenta con alrededor de 30 000 estaciones de monitoreo de calidad del aire reglamentarias y sensores, que son operados por organismos gubernamentales, instituciones de investigación, organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro, universidades e instituciones educativas, empresas privadas y científicos de todo el mundo.
Ranking de países con mayor contaminación de aire:
1- Chad
2- Irak
3- Pakistán
4- Bahrain
5- Bangladesh
6- Burkina Faso
7- Kuwait
8- India
9- Egipto
En Argentina: el caso de la ciudad de Rosario
En agosto del año pasado, cuando la ciudad de Rosario se declaró “irrespirable” por el humo producto de las quemas de pastizales en las islas del Delta próximas a la ciudad santafesina, un estudio realizado de manera conjunta por el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y a la empresa HSE Ingeniería, demostró que el nivel de contaminación presente en el aire era entre 6 y 9 veces mayor concentración de material particulado de alto volumen (partículas PM10 y PM2.5).
En ese momento, NA dialogó durante junio y agosto (los peores meses de calidad de aire) con Matías De Bueno, actual Secretario de Política Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario y presidente del Instituto de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados de Rosario, observó que el problema de base respecto la Ley de Protección de Humedales, que desde hace diez años se intenta sancionar sin éxito y que busca regular las quemas y proteger la biodiversidad, reside en “la falta de voluntad de los actores involucrados en el contenido de una ley de humedales.
“Hay una enorme falla por parte de las autoridades de aplicación, tanto provincial y nacional, que le dan muy baja importancia al medioambiente. Pareciera que, cuidar el ambiente es estar en contra de la economía y esa es una falsa dicotomía. Hay que lograr que se genere un consenso que pueda compatibilizar los beneficios económicos con la contención social y la protección del medioambiente”, agregaba.
Nuevamente, en diálogo con De Bueno, sostiene que “siguen faltando políticas públicas de calidad”: “Si bien el estudio realizado el año pasado fue utilizado por la Corte Suprema de la Nación y sirvió para dictar una medida cautelar contra los gobiernos provinciales y municipales, y a su vez, fue útil para destacaron algunas medidas para controlar las quemas y proteger la biodiversidad, no hubo grandes avances”.
Por su parte, César Mackler, ingeniero químico de la Universidad Tecnológica Nacional y ex secretario de medio ambiente de la provincia de Santa Fe, asegura a NA que, en la actualidad, “la calidad de aire de la ciudad de Rosario en material particular está dentro de los valores normales”.
Y detalla: “Las concentraciones a nivel respirables contaminadas no alcanzan valores preocupantes, o al menos se encuentran dentro de los valores esperables según las normas de calidad de aire que indica la normativa de la provincia de santa fe que es la resolución 201”.
En relación al estudio realizado en 2022 en conjunto con la UNR y la empresa HSE Ingeniería, Mackler explica que se tomaron “3 mediciones ya que, los informes de mediciones de aire, a diferencia de los que se realiza en agua o sangre, no tienen contra muestra”.
Entre los datos obtenidos más relevantes, el más crítico refiere a la medición en el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, donde “la concentración de calidad de aire en PM10 se multiplica por 9,55 cuando el aire está afectado por las quemas en islas, con respecto al aire normalmente. Es decir, la concentración de partículas PM 10 es casi 10 veces mayor cuando el aire de Rosario está afectado por la quema de pastizales en islas”, especifica.
El análisis sobre la utilidad de la plataforma de ONU
En relación a la efectividad de la reciente plataforma de ONU sobre mediciones de calidad de aire, De Bueno analiza: “Es muy importante que se alerte a nivel global sobre la calidad de aire ya que es muy grave que sea el aire el que está contaminado: no tenemos ninguna opción más que respirar. Cuando se trata de la contaminación de un río, por ejemplo, al menos existe la opción de no meterse o no tomar esa agua. En este caso, no tenemos la posibilidad de decidir no respirar. A la corta o a la larga vamos a tener con problemas de salud por eso es tan importante poder avanzar en mediciones concretas en relación a la calidad del aire”.
“Entiendo que ONU debería lograr que todos los Estados se comprometan a través de una convención internacional a medir en profundidad la calidad de aire, hacer un mapeo que permita tomar decisiones políticas que permitan mejorar la calidad de aire y para eso trabajar con los organismos científicos y académicos indefectiblemente”, dice el experto de la UNR.
“Esta plataforma me pareció difícil de entender para que tenga utilidad práctica para aportar información accesible para, por ejemplo, un proceso judicial, pero si me parece muy importante para instalar el debate y en ese sentido es en el que creo se apunta. Entiendo que sirve de indicador general para mostrar si fue aumentando o bajando la contaminación en los distintos países y en los distintos momentos del día (semana, mes)”, agregó.
-Frente al actual panorama político en materia ambiental, ¿qué análisis podés hacer?
-Considero que ha habido políticas ambientales sumamente desacertadas a lo largo de los últimos años, por eso hubo tantas deforestaciones, quemas y pérdida de biodiversidad, entre otras cuestiones, pero también advierto que una gran parte de la población no se da cuenta que podríamos estar mucho peor.
Cuando hablo de políticas ambientales, me refiero a todas aquellas acciones que piensen e incluya el desarrollo económico con protección ambiental y bienestar social. Frente a los proyectos de gobierno de ultraderecha, donde se niega la crisis climática y el calentamiento global, advierto un riesgo aún mucho más grande.
En nombre del desarrollo económico no se puede contaminar sin tener en cuenta las leyes ambientales. A su vez, este tipo de modelo de país entiende a la propiedad privada como absoluta en contra de toda la normativa vigente en nuestra Constitución Nacional, y esto me hace pensar que estamos yendo hacia un retroceso donde buscamos un sistema capitalista del siglo XVIII, donde no importaba ningún tipo de consecuencia ambiental. En ese momento, el paradigma era el del hombre contra la naturaleza, pero hoy en día es una concepción totalmente agotada en todo el mundo. De aceptar esta mirada en un futuro gobierno, como sociedad vamos a estar yendo totalmente a contramano. No tengo dudas de que si vamos hacia algún tipo de desarrollo debe ser sostenible porque si no, no es desarrollo: es involución”.