Así consideró la jueza Ana María Figueroa al fallo que decidió removerla del cargo tras haber cumplido los 75 años de edad.
“Lo que han hecho conmigo es un claro disciplinamiento”, aseguró la magistrada. En una fuerte crítica al funcionamiento de la Justicia en el país, Figueroa reiteró que “es importante tener una Corte plural, con mas miembros y que no se entrometa en todo”.
Días atrás, la Corte estableció que la presidenta de la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal del país, “cesó en sus funciones” al cumplir los 75 años y de esta manera deberá abandonar su cargo.
La Corte dispuso, además, “poner en conocimiento del Consejo de la Magistratura lo resuelto en la presente a fin de que adopte las medidas que estime necesarias”, esto es dejar de pagarle el sueldo como magistrada y proceder a la apertura del concurso para reemplazarla.
El máximo tribunal también resolvió derogar de hecho una resolución del propio Consejo de la Magistratura que establecía una suerte de prórroga en la función después de los 75 años de edad a la espera de una definición del Senado sobre un pedido de reválida.
“Al no prever la norma plazo de gracia alguno, el nombramiento debe ser anterior al día en que el magistrado alcance la edad referida; de lo contrario, no habría límite temporal para la realización de ese nuevo nombramiento, con la absurda consecuencia de que el límite etario se tornaría inoperante”, dijeron los jueces del alto tribunal.