El importante descubrimiento fue hecho por investigadores de Antropología de la facultad de Humanidades y Artes de la UNR y el equipo técnico del Museo Ángel Gallardo.
Participantes del proyecto interinstitucional “Entornos a Melincué Construcción de pasados y territorialidades desde la Laguna Melincué” detectaron días atrás una estructura que podría haber sido el foso del fuerte colonial. “Estimamos que funcionó entre finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX en la zona del espejo de agua”, aseguraron los investigadores Belén Molinengo, Mariela Gallego, Germán Giordano, Fernán García y Juan David Ávila.
El programa se encuentra en la cuarta etapa, es llevado a cabo en forma conjunta por docentes e investigadores del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Antropología de la facultad de Humanidades y Artes de la UNR y el equipo técnico profesional del Área de Antropología y Paleontología del Museo Provincial de Ciencias Naturales Ángel Gallardo.
“Estamos generando evidencias decisivas que nos posibilitarán avanzar sobre la hipótesis de que se trataría de la segunda reubicación del fuerte virreinal. Las materialidades encontradas -estructuras, cimientos, elementos constructivos, objetos de la vida cotidiana entre otros- coinciden con relatos de naturalistas y viajeros que recorrieron estos inhóspitos parajes, como es el caso, por ejemplo, de Luis de la Cruz”, precisaron.
“Es interesante dar a conocer que el Fuerte Melincué corresponde a la primera línea de fuertes y fortines que se extendieron por el sur santafesino a fines del siglo XVIII, junto a los de India Muerta, Pavón y Guardia de la Esquina”, dijo la docente y antropóloga Mariela Gallego.
Usar la Sequía a favor de la historia
Actualmente, algunas lagunas ofrecen oportunidades excepcionales para la localización de evidencias arqueológicas debido a la bajante de las aguas producto de la sequía que está afectando la región hace años.
“En esta oportunidad, los días 7 y 8 de abril junto a estudiantes de la carrera de Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes, de la UNR, realizamos recolecciones superficiales, pozos de sondeos, y excavaciones sobre las cuatro paredes de la estructura de la fosa recientemente visible, y nos encontramos con un relleno que podría estar vinculado con las distintas instancias de la acumulación de sedimentos que se fue dando posteriormente a la utilización del mismo”, dijo la investigadora Belén Molinengo.
Su compañero, Juan David Ávila, aseguró al medio La Capital que: “Además, desarrollamos registros fotográficos, y relevamientos planimétricos para dimensionar la misma. Con el claro objetivo de un abordaje interdisciplinario participó en esta oportunidad la arquitecta Carolina De Luise, dedicada a la restauración de sitios arquitectónicos, para llevar adelante una maqueta 3D digital que nos permita imaginar como hubiera sido el fuerte colonial de Melincué en aquella época, a partir del relevamiento específico y redibujo del mismo”.
Patrimonio cultural
El patrimonio cultural es todo aquello que une e identifica a un pueblo. Está integrado por bienes culturales a los que la sociedad les otorga una especial importancia. Configura lo que ella fue, lo que es y lo que proyecta ser. El patrimonio arqueológico es parte de este patrimonio, y está constituido por todos los elementos culturales del pasado, así como la información presente que se obtenga del mismo.
“Como profesionales y ciudadanos de la región nos proponemos construir las diferentes historias de estos territorios sumando relatos, anécdotas, cuentos, memorias de los vecinos, y así construir colectivamente este espacio patrimonial. El desafío también es dejarnos permear por divergentes miradas que nos posibilite deconstruir miradas academicistas que muchas veces ostenta la disciplina arqueológica. Comprendiendo que las materialidades, devenidas en patrimonios, son sólo circunstancias y que lo que realmente importa, es la trascendencia histórica/política que pueden generar nuestras investigaciones en/con las comunidades”, finalizaron los investigadores.