Con puntapié desde Campana, la comunidad de habitantes de las islas del Delta del Paraná se organizó para lo que será una denuncia penal por los incendios que arrasan miles de hectáreas. “Estamos en peligro”, aseveraron, viendo que las llamas cercan sus hogares. Será una presentación a cargo del Dr. Ferresio, en el Juzgado Federal y la Fiscalía de Campana.
Carolina Mitriani
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Las familias habitantes de las costas del río Paraná, particularmente aquellas que asientan sus vidas en las islas, se han organizado para batallar contra el “fuego político-empresarial” que desde hace al menos dos meses arrasa con miles de hectáreas. Dentro de ellas se encuentran algunos hogares que ya lindan con el peligro de arder, de manera inminente, por la voracidad con la que el fuego se expande, además de los constantes nuevos focos generados de manera intencional.
“La batalla del Paraná en la vuelta de Obligado toma nuevas formas. El invasor no precisa una armada. El enemigo está entre nosotros y no bastará cadenas ni cañones para enfrentarlo”, reflexionaron desde el sector bonaerense. En asamblea, reconocieron “el lamentable vacío institucional del Delta de Paraná y la flagrante desprotección del Estado nacional, del Estado provincial y del municipal”.
Plano legal
Constituidos como pares, los grupos familiares de las islas y también quienes acompañan desde el territorio continental se preparan para accionar de manera judicial “interponiendo la correspondiente denuncia de estos hechos en la Justicia Federal”. Raúl Quirino, integrante de la red de defensores de los humedales, destacó que “en este marco de peligro generalizado el doctor Enrique Ferresio manifestó su predisposición a representarnos en una denuncia ante la Fiscalía y el Juzgado Federal de Campana con una denuncia penal contra las agresiones que está sufriendo la población isleña”.
Comprendiendo el momento que atraviesa este sector, Quirino continuó diciendo: “Estamos en peligro y solo podemos proteger a nuestro hábitat, a nuestras posesiones comunitarias y a nosotros mismos si resistimos a los atropellos con organización, unidad y solidaridad”.
Este fuego, que recrudeció su actividad desde el año 2008 -con la profundización del modelo extractivista- y empeoró en su avance y reiteración desde el 2020, fue descripto por los linderos al río Paraná como “terribles negocios político-empresariales, que están poniendo en peligro el hábitat, la salud y la vida de las familias isleñas. También vivimos cómo el fuego y el humo se están expandiendo al continente. El fuego en el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos no solo es peligroso para la biodiversidad y las especies, sino también para las poblaciones humanas de los cinco barrios populares que lo rodean”, especificaron.
Dirigiéndose a las personas que aún no se sumaron al grupo, dentro del que se espera a más nicoleños, Quirino refirió: “Ustedes son los verdaderos guardianes y guardianas de las islas del Paraná. Para que esta causa sirva para mejorar las condiciones de vida de la comunidad isleña y de cada una de las familias, necesitamos prepararnos. La presentación de esta denuncia penal en el Juzgado y la Fiscalía debe contar con la participación de todas las familias, desde los abuelos a los nietos. Es una responsabilidad estar presente en ese momento y hacer sentir a los poderes que nuestras vidas están en peligro y que reclamamos nuestros derechos”.
Más medidas
Con una organización horizontal, resolvieron los vecinos isleños junto a referentes ambientales avanzar en líneas de acción. Una de ellas consiste en generar y distribuir información pública “para que la comunidad y los poderes públicos conozcan los ataques que está sufriendo la población isleña e identifique quiénes son sus responsables y encubridores”.
También buscan “construir Comunidad Isleña, concertando actividades solidarias, de colaboración y ayuda mutua”. Esto implica forjar una red de conectividad y alertas tempranas entre los distintos núcleos familiares isleños, a los fines de formarse como “genuinos guardianes y guardianas del Paraná, de sus humedales, de sus hábitats y de sus vidas”, resaltaron. También avanzan en proyectos de recuperación y fortalecimiento de proyectos productivos colectivos como cerámica, apicultura y turismo, afines a la identidad cultural isleña. Promover en el continente una “Casa Compañera del Isleño” y un digno “Embarcadero Isleño”, como ámbitos de convivencia y hospitalidad isleño-continental.
Las comunicaciones en red –que acrecentaron el afán de conformarse en asambleas– se incrementaron a partir de incriminaciones a los isleños, acusándolos de incendiar sus propios terrenos de hábitat, principalmente en San Pedro. “¿Usted prendería fuego el patio de su casa?”, respondieron. Además, compartieron imágenes en las que evidenciaron destrozos ocasionados por terceros a sus posesiones, reduciéndolas a cenizas.
“Es una responsabilidad estar presente y hacer sentir a los poderes que nuestras vidas están en peligro y que reclamamos nuestros derechos”.
Raul Quirino, vecino de Campana autoconvocado.