La joven nicoleña Ángela Leonela Barrios fue hallada sin vida, brutalmente asesinada, el 30 de septiembre del 2016 en un descampado camino a La Emilia. Por su femicidio fue condenado ayer su vecino Fabián Andino, quien cumplirá reclusión perpetua. Su hijo, Jonathan, resultó culpable de encubrimiento, pero el lazo familiar lo exime de la pena.
Carolina Mitriani
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Fabián Andino fue condenado ayer por el Tribunal en lo Criminal número 1 –con el Dr. Cristian Ramos al frente– a reclusión perpetua por ser declarado culpable del femicidio que arrebató la vida a Ángela Leonela Barrios el 21 de septiembre del 2016. Su hijo Jonathan fue sentenciado por el ilícito de encubrimiento pero sin aplicación de pena por el vínculo familiar con el femicida, algo planteado por su letrado defensor en la instancia posterior a la determinación inamovible del jurado popular que el pasado 29 de junio los señaló a ambos como culpables. Así lo confirmó a diario EL NORTE el abogado representante del particular damnificado, Dr. Agustín Tanús, a instantes de finalizar la audiencia que la familia de Ángela esperó durante casi 6 años.
Marco legal
El inciso 11 del artículo 80 del Código Penal de la Nación Argentina establece, en la sección de delitos contra las personas, que “se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse lo dispuesto en el artículo 52, al que matare a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”.
En audiencia de cesura, cuando el juez Ramos convocó al desarrollo de la segunda instancia del juicio bifásico, el abogado defensor de Fabián Andino –Dr. Joaquín Castro– solicitó que se considerara inconstitucional esta figura, analizando desde este recurso que una pena de tal extensión podía condicionar la reinserción del femicida, además de ser “inhumana”. Atendiendo a la gravedad de los hechos que se comprobaron durante la etapa de debate y veredicto por jurado popular, el juez Ramos no dio lugar afirmativo al pedido. Por lo tanto, lo que hasta la fecha era el cumplimiento penitenciario de prisión preventiva se transformará en el camino de lo efectivo, tras catalogarse su responsabilidad penal en los hechos denunciados.
Fue antagónica la resolución de libertad en cuanto al joven Jonathan Andino, quien terminó eximido por el vínculo familiar que tiene con el autor material del crimen. “La única culpa de Jonathan es ser el hijo de Fabián Andino”, había señalado con firmeza el Dr. Pablo Prati en el cierre de su exposición ante los civiles que luego debatieron su decisión alrededor de tres horas, buscando que desde esa instancia se librara del caso a su defendido. Sin embargo, el jurado popular lo responsabilizó por encubrimiento. Pese a que no cumplirá la pena por el ilícito, Jonathan es culpable para la Justicia. El joven de barrio Virgen del Rosario llegó a este juicio con prisión preventiva domiciliaria.
El artículo 277 del Código Penal de la Nación plantea sobre el delito de encubrimiento que “están exentos de responsabilidad criminal los que hubieren obrado en favor del cónyuge, de un pariente cuyo vínculo no excediere del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o de un amigo íntimo o persona a la que se debiese especial gratitud”.
El caso
El cuerpo de la joven de barrio Virgen del Rosario fue hallado sin vida nueve días después de desaparecida, a través del sistema de búsqueda con caninos que llegaron especialmente de La Plata para participar en los rastrillajes. Fue vista por última vez el 21 de septiembre del 2016 a las 22:30, cuando se retiraba de su domicilio de calle De la Nación para celebrar con amistades el día de la primavera, según mencionó a su familia.
Su cuerpo fue hallado en la tarde del 30 de septiembre del 2016. Estaba ubicado en una zona de descampados, en inmediaciones del Cementerio Parque, cercano a la rotonda que conecta a la ciudad de San Nicolás con La Emilia.
Presentaba un avanzado estado de descomposición y múltiples heridas de arma blanca, ubicadas mayormente en zonas de importancia vital y marcando en sus manos signos de defensa. Además, su cabeza se encontraba en estado esquelético, separada del cuerpo, algo que a través de los peritajes de fauna cadavérica se llegó a la conclusión de que sus restos físicos llevaban alrededor de ocho días allí.
El ahora condenado Fabián Andino fue detenido cuando los investigadores notaron inconsistencias en su declaración, al ser interrogado por la entonces fiscal Dra. Sandra Bicetti por ser la última persona contactada por la joven. Para chequear las últimas conversaciones que la joven había realizado a través de su celular debieron rescatar con especialistas informáticos un grupo de mensajes borrados. En ellos ubicaron la existencia de un vínculo con esta persona, que era su vecino, y constataron que acordaron encontrarse aquella noche.
Equipo
La causa estuvo iniciada con los lineamientos de la ahora fiscal general Sandra Bicetti, quien ocupó horas clave desde la denuncia de desaparición de la joven para recolectar testimonios y pruebas que concluyeron en un nutrido plexo probatorio. Tras su asunción en un cargo superior del Ministerio Público Fiscal, tomaron las riendas de la investigación la fiscal Dra. María del Valle Viviani y el Dr. Darío Giagnorio.
Viviani valoró en los alegatos de cierre que “un solo hecho de violencia basta para que sea violencia de género”, tras recordar que exparejas de los dos imputados padecieron golpizas, resaltando la importancia de aplicar perspectiva de género en el caso.
