Rafael Nadal no tuvo complicaciones para superar al noruego Casper Ruud y conseguir su 14º título en Roland Garros (y 22º de Grand Slam), donde es prácticamente invencible desde que comenzó a disputarlo en el 2005.
Cada vez que realiza la entrada en calor, el dato sorprende a todos. Cuando repasan sus mejores actuaciones en el torneo, se escucha “campeón en el 2005,06, 07, 08, 10, 11, 12, 13, 14, 17, 18, 19 y 20”. Ahora hay que sumar “en el 2022”. Es que Nadal, como suele ser algo normal todos los años, volvió a ganar Roland Garros.
Ya son 14 sus conquistas en el segundo Grand Slam del año y llevó su récord en el torneo a 112-3. Los únicos que le pudieron ganar fueron el sueco Robin Soderling en el 2009 y Novak Djokovic, en 2015 y 2021.
Su historia de amor con Roland Garros comenzó en el 2005, cuando superó en la final al argentino Mariano Puerta. Y sus conquistas nunca fueron para nada fáciles: en las finales de 2006, 2007,2008 y 2011 se midió con Roger Federer, mientras que otro de sus clásicos rivales en el torneo fue Novak Djokovic, a quien superó en los partidos decisivos del 2012, 2014 y 2020. Pero también los enfrentó en infinidad de ocasiones en rondas previas.
Otro dato que sirve para contextualizar lo conseguido por Nadal en París es que antes de su aparición junto a la de Federer y Djokovic, el máximo ganador de Grand Slams era Pete Sampras, con 14. Si, la misma cantidad que tiene el Fiera de Manacor solo en Roland Garros.
Es que las condiciones del polvo de ladrillo, sumado a la carga de efecto de sus golpes y su increíble velocidad, hacen de aquello un combo perfecto para ser un jugador prácticamente invencible en este torneo.
Lo único que le podría poner un freno a uno de los deportistas más competitivos de la historia es su propio cuerpo. Es que en las últimas semanas volvió a mostrar un dolor prácticamente insoportable en su pie izquierdo, donde arrastra una fisura en el escafoides. “Prefiero perder la final pero tener un pie nuevo porque me permitiría ser más feliz en mi día a día… La vida es mucho más importante que cualquier título”, confesó Nadal luego de su semifinal contra Zverev.
Incluso se rumoreó con la posibilidad de que anuncie su retiro en la conferencia de prensa post partido.
Pero mientras no haya anuncio oficial, la posibilidad de seguir a viendo a Nadal levantar el Trofeo de los Mosqueteros es siempre una realidad.
La frustración que genera en sus rivales lo refleja a la perfección la frase que dijo una vez su compatriota Nicolás Almagro durante un cruce de cuartos de final allá por el 2008: “Va a ganar Roland Garros cuarenta años seguidos… Va a tener 65 años y va a seguir ganando”.
En aquel momento Nadal tenía solo 21 años, pero la profecía sigue vigente. Hoy, con 36 años y dos días, el español sigue siendo prácticamente invencible en el polvo de ladrillo parisino y extiende el mayor dominio que se vio por parte de un tenista en un torneo.