Deprimido y leyendo la Biblia. Así cuentan que vive en prisión el presunto asesino serial de Ramallo. A menos de un mes del arresto, Damián Grottini llora en una celda de la Comisaría Nº 2. El acusado de dar muerte a tres miembros de su familia recibe unas pocas visitas, dos veces a la semana. Esta semana la fiscal Baños podría elevar el pedido de prisión preventiva.
De la redacción de EL NORTE
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Damián Grottini podría ser el primer asesino serial en décadas en la historia policial argentina. Fue detenido el martes 26 de abril pasado, acusado de matar a su hermano Germán en 2019, a su hija adoptiva Ailén (10) en 2021 y a su madre Teresita Di Martino (61), pocos días antes de su arresto. Todos habían sido internados en hospitales de forma repentina, sin patologías previas. Sus muertes fueron tan imprevistas como inexplicables. Germán, un deportista de 32 años, fue cremado al poco tiempo. Ailén, sin embargo, no. Grottini se presentó en la funeraria donde trabajaba a horas del fallecimiento de Teresita, con la que convivía. Pidió su cremación.
Según sostiene la fiscal María Belén Baños, a cargo de la UFI N°12 de San Nicolás, Grottini supuestamente planificó los crímenes, con búsquedas en Internet sobre cómo matar gente con diversos métodos, algo que surgió en las pericias a sus dispositivos. Así, permanece en una celda en la Comisaría 2ª de Villa Ramallo.
Se encuentra aislado en una celda única. Recibe visitas dos veces por semana por parte de un tío y de uno de sus primos. También lo frecuenta su abogado particular. Se encuentra deprimido, aseguran. Y lee la Biblia.
El comienzo del encierro no fue fácil. Se negó a comer en sus primeros tres días de arresto. Luego, lo hizo con normalidad.
El próximo miércoles vence el plazo para que la fiscalía reúna la prueba que sustente el pedido de prisión preventiva de Grottini. La fiscal Belén Baños explicó a Diario EL NORTE que la Fiscalía ya está en condiciones de solicitar la medida y que lo hará la semana entrante. Sostiene que la prueba reunida hasta el momento avalaría la solicitud.
Mientras tanto, el presunto asesino permanece detenido en una celda de la Comisaría Segunda de Ramallo a la espera de que se decida su suerte en el pedido de prisión preventiva y posteriormente en la eventual solicitud de elevación de la causa a juicio.
La investigación
A la investigación se sumaron declaraciones testimoniales y análisis de los elementos secuestrados en la casa del imputado, entre esos objetos están la computadora y el celular. La fiscal espera las pericias toxicológicas a Teresita Di Martino y Ailén. La primera ya fue iniciada: un test rápido inicial no encontró restos de alcohol o benzodiazepinas –se cree que el chofer inyectó una dosis masiva de clonazepam a su madre– en la sangre de Teresita, aunque es un test con un gran margen de error. El estudio de la sangre de Ailén comenzará esta semana.
Si bien la fiscal aún no solicitó la prisión preventiva, se espera que lo haga en los próximos días.
Lo último que se incorporó a la causa fue un informe elaborado a partir de las muestras extraídas del cuerpo de Teresita Di Martino, los análisis sobre tejidos hechos en la Asesoría Pericial de La Plata, que remarcan que no hubo inyección de aire en el suero. Esto debilita la hipótesis del deceso por embolia, cree la defensa. No obstante aún quedan muestras por analizar y resultados por conocer. La investigación continúa abierta.
Todavía se desconoce el móvil de los crímenes. Si bien se habló del cobro de los pocos bienes que tiene la familia, esta es solo una hipótesis que no ha ganado sustento en la causa.
Ante este panorama, la defensa sostiene que los argumentos de la fiscalía no son suficientes como para mantener una calificación de “triple homicidio agravado por el vínculo (madre e hija) y por alevosía respecto de las tres víctimas”.
Sin embargo, Baños se reserva la chance de pedir una pericia psiquiátrica para Grottini, algo que todavía no ocurrió. El sospechoso puede negarse a realizarlas.