Mientras crece la inquietud entre vecinos y proteccionistas animales, EL NORTE pudo saber que aún no se liberaron los lotes del Instituto Biológico Dr. Tomás Perón –dependiente del Ministerio de Salud provincial–, donde se producen las vacunas contra la rabia.
Estas resultan de primera necesidad para evitar focos de infección y casos de gravedad o muerte, tanto en personas como en animales. Su aplicación en gatos y perros corresponde desde los 3 meses de edad, una vez al año, durante toda la vida de la mascota o animal comunitario.
Aplicaciones
Hasta el pasado mes de mayo, en San Nicolás resultan 4032 las vacunas antirrábicas aplicadas en animales. El período donde más inoculaciones se realizaron a caninos y felinos fue entre los meses octubre, noviembre y diciembre, durante la exitosa campaña antirrábica en la que se multiplicaron los esfuerzos para acercar las dosis a los distintos barrios.
El trabajo de Zoonosis registra, además, el cierre del año 2021 con 12.600 animales inmunizados y 5270 cirugías de castración gratuitas, en el marco de la salud pública.
Desde la Municipalidad aseguran que este año no registra casos de rabia. Sin embargo, el 2021 tuvo varios momentos de alerta, el principal en el mes de marzo, cuando se recibió el diagnóstico positivo de un murciélago encontrado en la ciudad, que resultó una motivación para activar el protocolo de seguridad.
Síntomas
Las personas padecientes de rabia notan una serie de síntomas bien marcados: fiebre, dificultad para tragar, dolor de cabeza y sensación de hormigueo en el sitio de mordedura o lamedura, a los días del evento con el animal infectado. Desde la cartera sanitaria nacional advierten que “una vez que comienzan los síntomas, es una enfermedad que no tiene cura y produce la muerte”. De ahí surge la necesidad imperiosa de mantener las vacunas al día.
En el caso de los perros y gatos, la sintomatología incluye cambios marcados en el comportamiento, con un incremento de la agresividad, salivación excesiva, imposibilidad de tragar o de beber, pupilas dilatadas, convulsiones, parálisis y muerte.
En cuanto a los murciélagos, cuando contraen rabia también tienen cambios en su comportamiento. La principal señal es su circulación durante el día y el hallazgo de esos animales en el suelo, por sufrir caídas a causa del debilitamiento.