Aquella fatídica noche del 5 de febrero, ambos jóvenes se habían cruzado en un bar. “Hasta me convidó un trago”, recordó Nicolás Herr, el hijo de Carmen Montes, una de las dos víctimas fatales del brutal accidente de tránsito que también costaría la vida de Miguel Arroyo.
De la redacción de EL NORTE
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“No me pueden decir que no había tomado. Yo vi con mis propios ojos que estaba tomando, incluso me convidó un trago. Esa misma noche del accidente me lo crucé”. El testimonio, en tono de indignación, correspondió a Nicolás Herr, el hijo de Carmen Montes, una de las dos víctimas fatales que dejó como saldo el brutal accidente de tránsito registrado en la madrugada del 5 de febrero en avenida Savio y Terrasson.
El contexto de ese testimonio vertido ayer en Radio U: Nicolás Herr asegura que esa misma noche, horas antes del fatídico choque, se había cruzado con el conductor de la Amarok, Jeremías Ramírez, imputado por el doble homicidio culposo de Carmen y Miguel Arroyo, quien perdería la vida un mes después como consecuencia de las graves lesiones recibidas.
La indignación de Nicolás tiene que ver con los muy demorados resultados de las pericias toxicológicas practicadas sobre una muestra de sangre de Ramírez, que recién este 13 de julio (más de cinco meses después del accidente) arrojaron como resultado que no había presencia de alcohol u otras sustancias tóxicas en el organismo del imputado. “Seguramente le habrán hecho un lavaje de estómago”, expresó Herr en el programa «Pila y Media».
La velocidad
El hijo de Carmen Montes –que perdió la vida a los 40 años– también cuestionó la falta de resultados del peritaje a la computadora de la Amarok. De ese estudio se esperaba que determinase la velocidad a la que se desplazaba el vehículo al momento del impacto.
Llamativamente, el escaneo informático de la computadora de la camioneta Volkswagen no logró acceder a la información que se buscaba, según se explicó oficialmente debido a que el propio impacto rompió circuitos electrónicos que contenían esos datos.
“Es la caja negra que tiene este tipo de autos, donde queda todo registrado. Para mí, es muy raro que no se haya podido sacar nada. Tengo amigos que son mecánicos y me han dicho que es raro. Porque si algo está hecho justamente para eso, tiene que arrojar los resultados”, indicó Herr, de 21 años, y quien previamente al accidente ya conocía personalmente a Ramírez, a través de amigos en común y a partir del deporte: ambos juegan al fútbol.
Los abogados de las familias de las víctimas ahora esperan que las cámaras de seguridad puedan aportar esa información. Un registro que se dio a conocer públicamente otorga a Nicolás, su familia y la de Miguel Arroyo una esperanza. Allí quedaron registrados los últimos 120 metros del trayecto seguido por la Amarok antes del fatal impacto, que además del Ford Fiesta que tripulaban Montes y Arroyo también involucró a otros dos vehículos, con otras dos personas lesionadas.
“Hacete cargo”
Un momento sensible del reportaje en Radio U se produjo cuando el hijo de la víctima le habló al imputado por su homicidio culposo: “Hay que aguantarse lo que hiciste. Tenés que hacerte cargo y tenés que cumplir con lo que se te pide”, dijo Nicolás Herr en un mensaje público que tuvo como destinatario a Jeremías Ramírez.
Por lo demás, también se refirió al pedido que la defensa del imputado cursó al Juzgado de Garantías, solicitando la restitución de su licencia de conducir y notificando –además– sobre un eventual viaje de Ramírez a Andorra, donde permanecería durante un período de un año, para desempeñarse en aquel país como futbolista profesional. “Cuando yo leí eso, no lo podía entender”, expresó Nicolás Herr.