El delantero de Boca Sebastián Villa fue citado para una pericia psicológica por la causa en la que está imputado por presunto abuso sexual a Tamara Doldán, quien se someterá al test durante la primera semana de noviembre.
El futbolista colombiano de 26 años, deberá presentarse este miércoles en la Asesoría Pericial de Lomas de Zamora para someterse a una nueva pericia psicológica, en lo que marcará la antesala del juicio oral.
La calificación del expediente que tiene involucrado al oriundo de Antioquia, Colombia, es de abuso sexual con acceso carnal, un delito con una pena superior a los 15 años.
En el expediente que investiga al delantero, se anexaron informes psiquiátricos que determinaron que el futbolista comprendía sus actos y estaba en condiciones de ser juzgado, sin embargo, estas pericias que se realizarán mañana tienen como propósito conocer distintos rasgos de la personalidad de Villa, como así también analizar su conducta social, sus límites y otros parámetros.
Según la denuncia original, el abuso se habría producido en la casa del futbolista, en el country Venado II de Canning, municipio de Esteban Echeverría, el 27 de junio del 2021 cerca de las 4 de la mañana.
Además, en su declaración, Tamara Doldán relató que el delantero la llevó a su habitación y primero la golpeó para luego abusarla sexualmente.
Por su parte, Villa que ya se había presentado en junio ante la fiscal Vanesa González, quien está a cargo de la UFI 3 de Ezeiza, y prestó la declaración indagatoria, aclaró que nunca abusaría de una mujer, que mantuvo relaciones consentidas y hasta cuestionó las lesiones que presentaba la víctima, al señalar que pudo haber sido otra persona.
En contraparte, Doldán explicó que al día siguiente del abuso, el 27 de junio del 2021, decidió ir a la guardia del hospital Penna porque sentía mucho dolor. “Estaba sola en mi casa, me daba mucha vergüenza contarle a alguien, cómo me dolía, dónde me dolía, pero sabía que sola en mi casa no podía estar. Me fui al médico por los dolores”, reveló en diálogo con TN.
“Yo estaba muy nerviosa, estaba muy presionada por el teléfono, porque desde el entorno de él estaba amenazada, me llamaban todo el tiempo, me dejaban mensajes, con amenazas, con pedidos de que no vaya al médico. Todos trataban de comunicarse conmigo para que salga de ahí urgente”, sentenció.