Este viernes, Nicolás Maduro se juramentará como presidente, mientras el opositor Edmundo González intensifica su lucha desde el exilio para que se reconozca el fraude electoral y poder asumir el cargo.
Venezuela inicia este viernes un nuevo capítulo político con la juramentación de Nicolás Maduro como presidente, en medio de una profunda crisis de legitimidad. Mientras la oposición, encabezada por Edmundo González, reivindica su victoria, promete tomar posesión del cargo y planea actividades paralelas para denunciar un supuesto fraude electoral en las elecciones de julio pasado.
Maduro asumió el liderazgo del chavismo en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, y consolidó su poder con reelecciones cuestionadas. En 2018, la comunidad internacional desconoció los resultados de los comicios debido a la falta de garantías. Ahora, tras unas elecciones plagadas de irregularidades, el oficialismo proclama su victoria mientras la oposición asegura tener actas que demuestran lo contrario.
La comunidad internacional observa con atención la ceremonia de este viernes, donde Maduro buscará afianzar su poder por otros seis años. Por su parte, González, desde el exilio, promete continuar su lucha. La situación venezolana sigue marcada por incertidumbre y un panorama político profundamente dividido.
Elecciones controvertidas y tensiones crecientes
El pasado 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, anunció la reelección de Maduro con el 51,2 % de los votos. Edmundo González, respaldado por la oposición, denunció fraude y presentó actas que, según una verificación de CNN, son auténticas. Sin embargo, estas acciones desataron represalias contra la oposición, incluidas detenciones y acusaciones legales.
María Corina Machado, líder de Vente Venezuela e inhabilitada antes de las elecciones, ha asumido un papel clave como voz de la oposición. Mientras tanto, González se encuentra exiliado en España, desde donde busca apoyo internacional y asegura que regresará para asumir la presidencia.
Maduro asegura continuidad y acusa complots internacionales
Desde el Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro encabezará un acto protocolar que contará con la presencia de representantes de más de 20 países aliados. El líder chavista sostiene que su reelección refleja la voluntad popular y califica las acusaciones de fraude como parte de un complot internacional liderado por Estados Unidos. Según Maduro, su gestión evitó una “guerra civil” y promete seguir avanzando en lo que llama “la defensa de la soberanía venezolana”.
Además, el chavismo ha convocado una movilización masiva en Caracas bajo el lema “Victoria Popular”, que busca reafirmar el apoyo interno al presidente. En paralelo, desde medios oficiales se divulgarán mensajes que denuncian supuestas conspiraciones golpistas orquestadas por enemigos extranjeros.
Represión y movilizaciones reprimidas
La tensión postelectoral provocó protestas sociales que fueron reprimidas con fuerza. Más de 2.400 personas fueron detenidas, y aunque algunas han sido liberadas, la ONG Foro Penal reporta casi 1.800 presos políticos a finales de 2024. Organismos internacionales temen que la represión aumente en los próximos meses.
González desafía desde el exilio y busca respaldo internacional
Edmundo González, quien se exilió a España tras denunciar persecución política, promete regresar al país para asumir el cargo. El líder opositor ha sostenido encuentros con representantes de varios países en busca de apoyo y ha reiterado que cuenta con actas que demuestran su victoria en los comicios del pasado julio.
Mientras tanto, la oposición en Venezuela organizará concentraciones en varias ciudades del país, lideradas por figuras como María Corina Machado, ahora inhabilitada políticamente, pero convertida en el principal referente de la disidencia. Estos actos incluyen la lectura de un manifiesto que reafirma su rechazo al gobierno de Maduro y exige la liberación de los presos políticos.
Países que respaldan a Maduro
Nicolás Maduro cuenta con el respaldo explícito de más de 20 países, que han reconocido su reelección como legítima. Entre ellos destacan:
- Rusia: Vladimir Putin felicitó a Maduro y reiteró su apoyo estratégico.
- China: El gobierno de Xi Jinping reconoció los comicios y subrayó la “amistad y cooperación” con Venezuela.
- Cuba: Miguel Díaz-Canel celebró la “victoria histórica” de Maduro.
- Nicaragua: Daniel Ortega ofreció incluso “combatientes sandinistas” en caso de un conflicto armado.
- Bolivia: Luis Arce felicitó la “voluntad del pueblo venezolano”.
- Turquía: Recep Tayyip Erdoğan respaldó los resultados anunciados por el CNE.
- Otros países incluyen Irán, Laos, Uzbekistán, Vietnam, Guinea-Bissau, Mozambique, y Zimbabwe, entre otros.
Países que no reconocen a Maduro
Por otro lado, una lista significativa de países ha optado por no reconocer la presidencia de Nicolás Maduro. Entre ellos:
- Estados Unidos: Reconoce a González como “presidente electo”.
- Unión Europea: Aunque no ha adoptado una posición común, varios de sus miembros cuestionan la legitimidad de Maduro.
- Argentina e Italia: Respaldan a González y exigen garantías democráticas.
- Colombia: Aunque mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela, no reconoce los resultados de los comicios.
Actividades paralelas y un futuro incierto
La jornada del viernes estará marcada por una intensa actividad política. Mientras Maduro celebra su investidura con una ceremonia oficial y movilizaciones en su favor, la oposición prepara manifestaciones en las principales ciudades del país. Los actos incluirán discursos de líderes opositores y la transmisión de un mensaje pregrabado del presidente electo González.
En el ámbito internacional, países como México y Brasil enviarán representantes diplomáticos, pero evitarán un respaldo explícito. Otros gobiernos, como los de España y Canadá, han optado por no participar en los actos oficiales, subrayando su rechazo al proceso electoral.
Un país dividido frente a un mandato incierto
El inicio del nuevo mandato de Nicolás Maduro no solo pone de manifiesto la polarización política en Venezuela, sino que también refleja las fracturas en la comunidad internacional. Con una economía en crisis, una oposición debilitada pero determinada, y una sociedad profundamente afectada por años de conflictos, el futuro político del país permanece en el aire. Los eventos de este viernes podrían marcar el rumbo de una Venezuela que sigue buscando una salida a su prolongada crisis.