Martín Guzmán y la Casa Rosada niegan haber confirmado el cónclave; el ministro de Economía se reunió anoche con Cristina Kirchner; en Juntos por el Cambio se quejaron de los cambios
Fuera de micrófono, algunos en el Gobierno definen la situación como el final amargo de una “guerra de vedettes”. Otros intentan, como en algún juego infantil, endilgarle a un funcionario con el que no simpatizan la responsabilidad del fracaso de la cumbre con la oposición para dar detalles sobre el curso de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo cierto es que la suspensión definitiva del encuentro del ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, con los gobernadores y referentes parlamentarios de Juntos por el Cambio, motivó horas después versiones cruzadas dentro del propio equipo de Alberto Fernández. A ello se suma la visita de anoche de Guzmán a Cristina Kirchner en su departamento de Recoleta, un dato que coincide con las denuncias opositoras sobre las razones del naufragio.
“Guzmán pateó el tablero. Teníamos todo acordado para hoy a las 19.30 en el Congreso. No quiso mostrar los números finos que le va a presentar esta semana al FMI, y que contienen un ajuste”, afirmó a LA NACION el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que había acordado con Massa (por sugerencia del Presidente) la realización de la reunión en un “espacio parlamentario” que contaba con el aval de la UCR y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los referentes de Pro. “No quería mostrarnos esos números, que también se los tiene que mostrar al Frente de Todos. Me cansé de las idas y vueltas y lo suspendí yo”, acotó el gobernador jujeño, que sostiene buenos vínculos con Massa y apunta sus cañones a Guzmán, quien a su vez tuvo en los últimos tiempos algunos roces poco visibles con el titular de la Cámara baja.
Desde el Ministerio de Economía, en tanto, aseguraron que desde ese organismo “no salió ninguna invitación para ninguna reunión con la oposición” y sugirieron que la confirmación de día y horario partió de la Casa Rosada. Curiosamente, el mismo argumento surgió anoche desde la oficina de la portavoz, Gabriela Cerruti, para quien “no se puede suspender lo que nunca estuvo agendado”. Sin embargo, días atrás, y también desde Balcarce 50, dieron por hecho que la reunión se llevaría a cabo, aunque restaba definir el lugar, ya que Economía pugnaba por hacerla en el salón Belgrano de su ministerio y así jugar “de local” ante los opositores, mientras Massa acordaba con la oposición un encuentro en el Congreso.