En el día de ayer concluyeron los alegatos por el femicidio que se ventila en el Tribunal Oral Nº 2 de nuestra ciudad. Culmina el juicio a Roberto Romero, acusado de asesinar a mazazos a su pareja María Esperanza Fernández en mayo de 2020. El veredicto se conocerá en la sala de audiencias el próximo 3 de marzo.
De la redacción de El Norte
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El próximo jueves se conocerá la decisión del Tribunal que tiene en sus manos la suerte que correrá Roberto Ramón Romero, quien está detenido desde mayo de 2020, imputado por haber asesinado a María Esperanza Fernández. El hombre tendrá que afrontar otro proceso por abusar sexualmente durante 13 años de la hija de su víctima.
Roberto Ramón Romero fue apresado tras haber estado escondido seis días entre los matorrales de la zona.
El jueves pasado comenzó el juicio a este hombre acusado de haber asesinado de ocho mazazos en la cabeza a su pareja mientras dormía en total estado de indefensión, un femicidio ocurrido en mayo de 2020 en la ciudad bonaerense de San Pedro. El imputado también fue denunciado por abusar sexualmente durante 13 años de la hija mayor de la víctima.
Se trata de Roberto Ramón Romero, acusado de matar de ocho martillazos a su pareja, María Esperanza Fernández (43), con quien convivió 15 años en una casa de la localidad bonaerense de San Pedro.
El juicio oral se desarrolló en el Tribunal Oral en los Criminal (TOC) Nº 2 de San Nicolás, estuvo presidido por la jueza María Elena Baquedano e integrado por sus colegas Alejandro Gabriel López y María Belén Ocariz.
La fiscalía pretende que Romero sea condenado por “homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y por mediar violencia de género”, delito con una pena única de prisiónperpetua.
También se informó que Romero tendrá que afrontar más adelante otro juicio por la denuncia de una de las hijas de la víctima por abuso sexual.
El femicidio
El femicidio de Fernández fue descubierto por una de sus hijas, de 18 años, la mañana del domingo 3 de mayo del 2020 en la casa situada en la calle San Lorenzo al 3000 de San Pedro, donde la víctima y Romero convivían desde hacía 15 años.
La joven tuvo que ingresar a la vivienda por una ventana y halló el cadáver de su madre con la cara tapada con almohadas, envuelto en una frazada.
La autopsia determinó que la víctima fue asesinada mientras dormía y presentaba ocho golpes en el cráneo, con politraumatismos y hemorragia interna, como causa de la muerte.
El principal sospechoso, Romero, había escapado y cerca del cuerpo se encontraron dos notas aparentemente escrita por él, que daba cuenta de un supuesto vínculo que mantenía con la mayor de las hijas de su pareja, entonces de 23 años.
Inicialmente los investigadores pensaron que esa joven podía estar vinculada al ataque de su madre, ya que además el acusado envió un audio a familiares en el que le atribuía el crimen y además aseguraba tener una relación sentimental consentida con ella, pero esa circunstancia quedó descartada cuando se profundizaron algunas líneas de investigación.
Romero fue detenido por la policía seis días después del femicidio, en la casa de un tío suyo, quien llamó al 911 y lo delató.
Mientras el acusado estuvo prófugo, la hija mayor de la víctima –una joven de 23 años– lo denunció por abuso sexual, por lo que se inició una causa penal paralela que también deberá afrontar en otro juicio oral.
A partir de esa denuncia, la investigación por el femicidio se orientó hacia una venganza cometida por el atacante contra la hija mayor de su pareja, de quien se sospecha que abusaba sexualmente desde que era una niña de 10 años y que esa situación continuó durante 13 años hasta el momento del asesinato.
El detonante del femicidio pudo ser una reunión familiar, en la que se iba a definir la denuncia que la joven iba a hacer contra Romero.
